¡AL FIN LLEGÓ EL GRANDÍA!
so a Maureen de cariño.
“Nos pidieron que lleváramos toda la comida en recipientes transparentes para poder revisarlo y con la medida exacta para la cantidad de personas invitadas, pero me gustaría dejarle aunque sea un poquito a Alonso para que disfrute allá adentro”, dijo la joven quien es madre de dos niños.
Maureen también cuidó el menú que servirán después de la ceremonia.
Ella encargó un churrasco argentino y una pierna de cerdo (su principal deseo es que Alonso coma algo bien rico), mientras que el queque se lo hará una vecina del barrio Monserrat de Alajuela, donde vive junto a sus dos hijos (Mariela y Joshua) y su hermano Robert Esquivel.
Maureen nos contó que han tenido la bendición de que todas las personas que ha contactado para que la ayuden con los preparativos son cristianos, algo que la ha llenado mucho de optimismo y lo ve como una confirmación de su decisión. “Hasta el mariachi que me mandó para serenatearme (el día del compromiso) era cristiano”, recordó la mujer, de 26 años. “Mau” también mandó hacer unos vasitos tequileros que serán los recuerditos que repartirá entre los diez invitados que les permitieron ingresar al centro penal, contando a los padres, hermanos y hasta los niños. Los lapiceros con los que firmarán su matrimonio tendrán inscritos sus nombres y servirán de recuerdo para los testigos.