Miso se burlaba de los exámenes
de Niños cada 9 de setiembre o anticos de la especial celebración se volvió toda una tradición en Alajuelense.
Una delegación encabezada por el volante Pablo Gabas, uno de los líderes del equipo, llevó regalos, sonrisas y abrazos a los pequeños de cardiopatía.
El grupo de Asocardio Cardiopatías Congénitas Costa Rica llegó con los rojinegros y un payaso bastante ocurrente para montar algo bonito.
Junto al tico argentino llegaron Din John Arias, Yuaycell Wright, Iván Luquetta y Cristhoper Meneses.
Ellos estuvieron en algunos de los cuartos y con el personal médico del hospital en una tarde muy diferente, previa al partido de este domingo en Liberia, a las 4:30 de la tarde.
Para Gabas tener estas oportunidades es algo que siempre les recarga las pilas, además de un halago al poder llevarles un ratito de felicidad a los chiquitos.
“Vengo con la mayor disposición a compartir un rato con los niños que están internados o vienen por alguna conducta, venimos, traemos regalitos, compartimos cantamos, ellos disfrutan y nosotros también”, destacó el vo- lante che.
Los jugadores incluso la hicieron de pintacaritas a algunos de los “peques”, para salir de la rutina de su carrera como futbolistas.
“Creo que siempre es importante sacar un espacio extrafútbol y compartir un rato con los niños, saber que son verdaderos guerreros que luchan día a día y que esta visita puede regalarles una sonrisa entre tanto dolor, es un lindo gesto que toma la institución”, comentó por su parte Meneses.
Más allá de las rivalidades, los manudos se pusieron una flor en el ojal con un regalo que sin duda hizo feliz a muchos en el Hospital de Niños.
con el Día del Niño, Josep Miso, asistente técnico de Alajuelense, fue consultado sobre esa linda etapa de la vida y contó que era travieso y, como era de esperar, se escapaba a jugar bola.
“Hice muchas travesuras, era complicado, inventaba cualquier cosa para no tener que presentarme a los exámenes.
“No me ausentaba nunca para ir a entrenar, lo hacía con el equipo del pueblo, con los juveniles; era una pasión muy grande”, recordó Miso, quien más de una vez fue regañado por su mamá por sacar malas notas en los estudios.
“Cuando uno es niño tiene mucha energía y yo recuerdo lo que pasaba cuando estaba en los equipos de fútbol, donde empecé a jugar desde los 10 años”, dijo el eslovaco.
El exdelantero añadió que en ese equipo de ligas menores, todos los jugadores estudiaban en escuelas diferentes y después de clases entrenaban juntos, por lo que tenían mucha amistad.
“Tenía compañeros demasiado traviesos y recuerdos muy bonitos”, agregó el manudo.