La Teja

¡Por dicha era un simulacro!

- GENTE SE HIZO A LA LOCA CON MUCHACHA “QUEBRADA” MARCELO POLTRONIER­I marcelo.poltronier­i@lateja.cr Para fortuna Más vidas que un gato.

de Raquel Villavicen­cio y de su pierna derecha, lo que pasó este martes en el brete no fue más que un simulacro.

La fisioterap­euta de profesión se ofreció a ser una de las “víctimas” del terremoto que planeó la Muni de San José para practicar.

Ella tenía, entre comillas, una fractura expuesta en su pierna derecha y bajó desde el tercer piso del banco Negro, (Banco de Costa Rica) hasta el primero solita.

Sin embargo, como buena actriz, la muchacha de 29 años se quedó postrada en el suelo arrecostad­a a las gradas por donde bajaban todos los empleados y clientes del banco.

Aunque usted no lo crea, decenas de personas le pasaron a la par a la muchacha y ninguna hizo por donde ayudarle, ni mucho menos alertaron a uno de los rescatista­s.

Tuvieron que pasar varios minutos para que algún buen samaritano alertara que la muchacha estaba ahí y no se podía mover por la fuerte herida que tenía en la espinilla, (un pedazo de plástico color piel que da a entender que la persona tiene un hueso salido).

“Creo que es parte de la experienci­a, para esto sirve el simulacro porque todos estamos para aprender, seguro fue el nerviosism­o de la gente porque para algunos pudo haber sido la primera experienci­a”, aseguró la “herida de gravedad”.

Esteban Cardón, supervisor de salud ocupaciona­l, dijo que está consciente de que pudieron haber sido más rápidos en la atención, pero que de la misma manera los 11 minutos que duraron está dentro del rango para poderle salvar la pierna a la víctima.

“En realidad ella estaba en categoría roja, por lo que teníamos menos de 60 minutos para hacer estabiliza­ción y traslado, pero con ese tiempo claro que se le podría salvar la pierna porque fueron 11 minutos para estabiliza­rla y trasladarl­a”, explicó Cardón.

Raquel nos contó que esta no es la primera ocasión en la que sale rascando en simulacro, pues ya en otras dos le tocó servir de víctima.

O sea, tiene más vidas que un gato, ya que contó que en las tres veces que se ofreció para ser rescatada, en todas salió sana y salva.

“Ya tengo varios años participan­do, ami metocó el rescate vertical del simulacro anterior y esta es la primera fractura que toca, pero en todos ha salido viva, el año pasado no sabía qué iba a pasar y ya cuando estaba abajo me asusté un poquitillo”, dijo la fisio.

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POLTRONIER­I MARCELO Así estuvo varios minutos la pobre muchacha sin que nadie le ayudara.

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