GEEMEELLOS DAN FFUEERZZA
UN POLICÍA, MOTIVADO POR SUS HIJOS, SUPERA CHOQUE EN EL QUE MURIERON DOS PERSONAS
TonySantamaría es un vivo ejemplo de que los milagros existen. Él sufrió serias lesiones en un accidente de tránsito que lo dejaron al borde de la muerte durante varios días, pero sus hijos gemelos le dieron la fuerza para salir adelante y poder contar el cuento.
Este oficial de la Policía Municipal de Escazú iba camino al trabajo el domingo 7 de mayo cuando un carro, en el que iban dos muchachos, lo chocó de frente. Él no tuvo la culpa.
Los dos jóvenes murieron en el lugar mientras que Santamaría quedó mal herido.
“En un principio pensé que iba a morir, pero el pensar en mis hijos es lo que me hace luchar cada día por volver a la normalidad”, expresó Tony.
Aunque parezca increíble, los dos fallecidos tenían los mismos nombres de los hijos gemelos del policía: Kevin y Brandon.
“Para mí esa es una coincidencia no grata porque esos mu- chachos murieron; sin embargo, pienso que es una señal para que yo cuide mucho a mis hijos”, comentó el vecino de San Ramón.
La lucha sigue. La recuperación no ha sido fácil, él insiste en que el amor de sus hijos es el motor que lo anima a seguir.
“Yo sé que sobrevivir a ese accidente fue un milagro y por eso estoy muy agradecido con Dios.
Santamaría salió del hospital del Trauma el 26 de mayo y está recibiendo terapia física.
Aún camina con dificultad y con la ayuda de muletas porque el accidente le causó fracturas en la rótula (rodilla) y el fémur de la pierna derecha. Además, apenas le están sanando las cicatrices de las dos cirugías que le hicieron.
“Los doctores me operaron la pierna y también la cabeza, me abrieron de oreja a oreja para reconstruirme la frente y otros huesos de la cara que se me había quebrado debido al golpe que me llevé. Probablemente me tienen que hacer una cirugía reconstructiva en la cabeza para tapar un poco las cicatrices”, narró.
Memoria en blanco. El oficial no recuerda nada del accidente ni de los 15 días después del choque, pero, por las fotos que ha visto y el estado en el que quedó el carro, comprendió lo afortunado que es al estar vivo.
“Mi carro tuve que venderlo para repuestos porque quedó inservible, pero lo que me pasó a mi no es nada en comparación de lo están pasando las familias de los muchachos que murieron.
“Luego de que salí del hospital, uno de los papás de ellos (de los jóvenes fallecidos) me vino a ver a la casa y me pidió disculpas por lo que pasó. Le dije que yo solo había perdido el carro y que él había perdido un hijo, que lo sentía mucho”, relató.
El sobreviviente dice que, aunque le gusta estar todo el tiempo con sus hijos, extraña trabajar.
“Estoy con ganasde volver al trabajo, tengo diez años de ser policía y eso me apasiona mucho, espero recuperarme pronto para estar de vuelta lo antes posible”, dijo.
Según dijeron las autoridades el día del suceso, los fallecidos, Kevin Salas Alfaro y Brandon Porras Rodríguez, ambos de 21 años, iban a gran velocidad y eso habría hecho que perdieran el control del carro.
Kevin era vecino del barrio Latino, en San Roque de Grecia, estaba soltero y no tenía hijos.
Brandon vivía en calle San José, Grecia, era soltero y dejó un bebé de 2 años.
Me duelle pensar en ell dollor de llas ffamiilliias de llos ffalllleciidos””.. TONY SANTAMARÍA POLICÍA