El sueño es un mundial
con la bala perdida, Heidy practicaba ciclismo y su gran anhelo era ser como Andrey Amador.
Tenía menos de un año de salir todos los fines de semana a pedalear y unos cuatro meses de entrenarse fuerte para inscribirse en su primera competencia oficial. Pero luego de su lesión, ese sueño se transformó y decidió convertirse en la primera mujer discapacitada en practicar atletismo.
Heidy tiene ya cerca de ocho años de estar gastando llantas en el asfalto y sumayor deseo es llegar a ser campeona mundial en su categoría. “Me dediqué al atletismo porque es un deporte individual, sus metas las logra usted y no tiene que depender de un grupo”, señala.
Su primera competencia fue en el 2008, cuando corrió la carrera Clásica San Juan, en Tibás, que la hizo en silla de ruedas y desde hace cuatro años compite en un triciclo que le regalaron.
“Ahora cuento con siete patrocinadores, que son los que me impulsan a seguir adelante. Ninguno me da dinero, me ayudan con terapia física, llantas, sueros. Trato de correr mínimo tres veces al mes”, explicó.
Ganó en “Tama”. El fin de semana anterior compitió en su cuarta maratón de Tamarindo, Guanacaste, y logró completar una vez más los 42 kilómetros del recorrido. En la meta la esperaba su madre, doña Flor María Ovares.
Por segundo año consecutivo, Heidy se impuso en la categoría en silla de ruedas, como la única participante en triciclos, con un tiempo de tres horas, 12 minutos y 35 segundos.
“Mi sueño es hacer un semillero de chicas con discapacidad que quieran seguir con este legado”, expresó.