La Teja

Oratorio sin distinción

ESPACIO SE ADAPTA A CADA CREYENTE

- KAREN FERNÁNDEZ karen.fernandez@lateja.cr Los vecinos Respeto entre todos.

de La Carpio tienen un nuevo espacio para que puedan vivir su espiritual­idad libremente, sin importar el credo de que profesen. Católicos, evangélico­s, mormones, adventista­s y otros más podrán elevar sus oraciones en ese lugar.

Esto gracias a un nuevo espacio que abrió el Sistema Integral de Formación Artística para la inclusión Social (Sifais).

Se trata del oratorio para la visitación y la acogida Cueva de La Luz, un espacio donde se podrán impartir misas, rezar el rosario, estudiar la Biblia, dar clases de catequesis, orar o hacer reuniones de corte religioso.

“La idea es que todos los cristianos, unidos por una misma fe y el amor a Jesucristo, tengan un espacio para la reflexión y la conversaci­ón interior”, dijo Maris Stella Fernández, directora del Sifais.

Aunque aún no es fijo, se están haciendo las gestiones para que los jueves se exponga el Santísimo en este espacio, según nos contó el padre Cristian Bermúdez, párroco de la iglesia de La Inmaculada en Santa Catalina de La Uruca.

Si usted se está preguntand­o qué es un oratorio, le contamos que es un espacio que se acondicion­a según la ocasión, pero al no contar con un espacio fijo para la celebració­n de la misa, no se le llamacapil­la y, mucho menos iglesia, ya que no cuenta con la presencia del Santísimo todos los días.

“Debemos buscar aquello que nos une, donde podamos vivir una experienci­a de fe, sabiendo que somos seguidores del mismo Jesucristo, que es el que nos da la fortaleza. No estar peleando por cosas superficia­les”, aseguró el cura.

Por su parte, la directora del Sifais nos explicó que es un rincón destinado a mostrar el más profundo cariño y respeto a todas las personas que buscan a Dios y su verdad.

“Es un lugar para la elevación de plegarias al Creador y un espa-

cio propicio para la formación espiritual y las virtudes humanas”, agregó Fernández.

El oratorio es un lugar ecuménico, donde las actividade­s tienen el sello de cada agrupación que lo pida, siempre y cuando haya hecho la reservació­n y no se use para cultos satánicos.

El lugar puede ser utilizado tanto por los vecinos de La Carpio así como por agrupacion­es religiosas de otros lugares que quieran ejercer un trabajo voluntario en la comunidad.

“Lo que importa es la búsqueda de la verdad a través de ese servicio, hay muchas cosas que nos unen más que las que nos separan en el mundo de la fe. En un mundo donde hay violencia y agresión es más importante que, todos los que queremos la paz y tranquilid­ad, cerremos filas por un mismo objetivo”, agregó la directora.

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