La Teja

EL BUGGY DEL VECINO

- ANDRÉS MORA Y MARVIN GAMBOA Periodista y Correspons­al Cada vez queRodolfo

Villalobos pasaba por donde el vecino, deseaba algo que había en esa casa, pero novaya a pensar mal, se trataba de un buggy que estaba en la cochera.

Este vecino de San Antonio de Belén y profesiona­l optometris­ta (de la vista) samueleó esta nave un buen rato hasta que pudo adueñarse de ella.

“Bueno, a mi toda una vida me han gustado este tipo de carros y él lo tenia ahí guardado, por lo que le ofrecí comprársel­o. Lo adquirí hace un año y 6 meses a mi vecino, quien ya murió, él lo había traído de Estados Unidos y lo cuidaba mucho”, contó don Rodolfo.

“Por eso yo también lo chineo, porque de este carrito ya quedan muy pocos y son muy valiosos por su historia”, agregó.

Los buggy son carros diseñados para andar sobre la arena y los primeros fueron construido­s sobre la base del Volkswagen escarabajo.

Villalobos, quien se llama igual que el presidente de la Fedefutbol, teníamuycl­aro cómo quería dejar su chuzo.

“Cuando me dijo que sí me lo vendía yo ya tenía mis planes en mente, lo que le podía cambiar a mi gusto. Lo primero fue tapizar el piso y los asientos con los colores del Barcelona, ya que soy un fiebre seguidor de ese equipo”, confesó.

La nave está completame­nte original, prácticame­nte igual que cuando se fabricó en 1954, lo único que le ha cambiado es el detalle de los asientos.

Rodolfo ha visto otros parecidos en las calles de Costa Rica o en exhibicion­es, pero él saca caja con el suyo.

“Algunos no son tan viejos como el mío ni están tan lindos como este. De he- cho, creo que elmásvieji­to lo ando yo”, dijo con orgullo.

Al hombre le encanta tanto el buggy que no lo cambiaría ni por un carro último modelo.

“Me fascina y me encanta ver como la gente te mira y te saca fo- tos, algo que no hacen los carros nuevos. Realmente son como un juguete y en la calle llama mucho la atención por lo antiguo”, dijo.

El carro no es muy barato que digamos, pero, según Rodolfo, el placer de tenerlo vale la pena. Él pagó $10 mil (unos ¢5,8 millones) por el chuzo.

“Ellos son parte de un historia viva, es volver 60 años atrás y verlo aún recorriend­o la calles es muy valioso, pero si alguien me quiere ablandar el corazón, me tendrían que ofrecer no menos de $20 mil (poco más de ¢11 millones y medio) para pensar si lo vendo”, dijo convencido.

“A mi esposa y mi hija les encanta salir a pasear en el carro, nos toman muchas fotos, somos comolos artistas de cine que van en un clásico del ayer”, indicó.

 ?? MARVIN GAMBOA ?? Rodolfo está muy orgulloso de su carrito y disfruta cada metro recorrido.
MARVIN GAMBOA Rodolfo está muy orgulloso de su carrito y disfruta cada metro recorrido.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica