GUARDERÍAS NOCTURNAS PERMITEN QUE MAMÁS RETOMEN LOS ESTUDIOS SUEÑOS TIENEN AYUDA
hecho de que le cuiden a sus hijos por las noches le permitió a Karol González ganar su título de bachillerato y ponerse luego a cumplir su sueño de estudiar su gran pasión, la contabilidad.
Una buseta recoge a sus dos bebitos (Alana de 3 años e Ismael de un año y tres meses) a las 4:30 de la tarde y los lleva al Cen-Cinai de Llanos de Santa Lucía, en Paraíso de Cartago, después ella pasa a recogerlos a las 10 p.m.
“De no ser por esta oportunidad no hubiera podido seguir estudiando porque me cuesta mucho con ellos. Mi mamá me ayudaba, pero hasta que llegaba del trabajo, entonces a veces yo llegaba a clases a las 8 p.m. y ya había perdidomuchas lecciones.
“Esto para mi ha sido todo un éxito y para ellos también, más que todo para el bebé porque es muy apegado a mí y aquí con las maestras se ha ido adaptando, casi no comía y lloraba mucho, ya se ha ido soltando un poquito más”, dijo la esforzada mamá.
El que Karol tenga la oportunidad de estudiar es gracias a que la Dirección Nacional de Cen-Cinai triplicó en un año la cantidad de establecimientos en los que hay servicio de atención nocturna.
En mayo de 2016 habían 12 guarderías nocturnas, pero en junio de 2017 el número llegó a 39. Este servicio se creó con el objetivo de que las madres o los encargados de los niños concluyan sus estudios.
En el primer semestre de este 2017, un total de 483 madres están en las aulas de noche gracias a que les cuidan a sus pequeños.
Que las mamitas puedan estar tranquilitas mientras estudian ha provocado que rindan puras tejas en las notas. Hay casos, como el Cen-Cinai de Guararí de Heredia, donde el 100% de lasmamáslograron ganar el año o se graduaron de bachilleres.
En los centros nocturnos, los niños llegan a las cinco de la tarde. Se les recibe y se inicia la jornadacon actividades, por ejemplo, de hábi- tos de higiene como el lavado de manos. A las seis de la tarde se les da la cena, todo con vigilancia nutricional para garantizar que sea un menú que los beneficie.
Luego hacen actividades más reposadas porque ya es de noche.
Cerca de las 8:30 p.m. se sirve la merienda. Luego es el niño el que elige si quiere escuchar cuentos, música o pintar, esto hasta que llegue el papá o la mamá.
Cuando María Fernanda Méndez tenía 14 años quedó embarazada (en el 2014), eso le complicó su futuro estudiantil y tuvo que dejar el cole para dedicarse a su angelita, Mía, quien nació sanita y muy juguetona.
Pero esta mamá no se arrugó y este 2017 volvió a las aulas del Liceo de Paraíso de Cartago para estudiar por las noches.
Sin embargo, en junio pasado, su sueño en las aulas se volvió pesadilla porque nadie le podía cuidar a Mía, tuvo que dejar las clases.
Pero la pesadilla, dichosamente, le duró nada más un mes, apenas se dio cuenta que en el Cen-Cinai de Llanos de Santa Lucía le podían cuidar a la bebita, se fue corriendo a apuntarse. Menos de 15 días después le dijeron que sí había campito y el sueño de terminar el cole de nuevo se hizo posible para María Fernanda.
“El día que me confirmaron que cuidarían a Mía, fui hablar al cole para ver si podía regresar y sí se pudo, más que mi nota estaba muy bien. Después de vacaciones de 15 días regresé a estudiar. En el Cen-Cinai les dan merienda y comida.
“Si no hubiera tenido esta oportunidad en el Cen-Cinai nocturno yo no hubiera podido retomar mis estudios. Aquí le dan buena alimentación, protección, dos paquetitos de leche por mes y no hay que pagar nada”, comentó la mamita, quien está muy segura que sí ganará el año.