Una Costa Rica muy diferente
año en que Antonio Álvarez Desanti fue elegido como el tico másguapo del país, Costa rica ha cambiado muchísimo. Por eso aprovechamos la oportunidad para preguntarle al candidato presidencial sobre algunos tema.
En cuanto a carreteras el cambio es másqueevidente porquepasamos de tener 400 mil vehículos a triplicar esa cifra. “Para nosotros los ciclistas era una sociedad más amigable, eramucho másfácilmoverse en la ciudad que ahora”.
Recordemos que don Antonio casi muere en un accidente de trán- sito mientras se entrenaba en la carretera Bernardo Soto.
En cuanto al tren, reconoce que no se debió cerrar sino fortalecerlo, guarda buenos recuerdos de sus viajes familiares de tres horas al Puerto. “Si no se hubiera cerrado tendríamos una fluidez mayor en el tránsito, con un tren moderno y rápido de pasajeros que estaría circulando en todo el país y habría sido el país más moderno y con menos presas”, señala.
Aunque los medios alertan sobre la presencia de maras, asegura que ese problema no es tan grande como el que se vivió en esa época con los conflictos con Manuel Antonio Noriega en Panamá, el en- frentamiento de la Contra y los sandinistas en Nicaragua.
“Fue una época mucho más dura y más difícil, lo de las maras es sensible pero no compara con lo que vivimos, debemos estar agradecidos con el plan de paz de Arias que evitó seguir en eso.
“Para evitar que esos conflictos se repitan hay que invertir en lo social para reducir las desigualdades, que es uno de los efectos promotores de las maras”, explicó.
En aquel entonces no habías ido a un Mundial y ya estamos a las puertas del quinto, el candidato destacó el papel que tuvo el éxito futbolístico y que nos hizo un país más alegre por los triunfos.
En cuanto a televisión nacional, destacó que más que los avances tecnológicos nos hicieron una sociedad más informada y con opciones para elegir lo que quiere. “La gran sensación era ver HBO en cable, ahora desde la computadora se puede ver casi cualquier cosa”.
En cuanto a modas, estas se han ido ha ajustado a cada etapa de su vida, aunque confiesa que sigue prefiriendo usar sus jeans ycamisas polo Lacoste, enesono hay mayor diferencia.
Algo que no puede negar, y la votación de Perfil lo confirmó, es que tenía un gran pegue con las mujeres, aunque estaba casado.
“Con las arrugas me dan menos piropos, solo Nuria y las nietas, las hijas ya me chotean que estoy viejo”, comentó entre risas el liberacionista.