La Teja

Nacionales

- Marcelo.poltronier­i@lateja.cr No hay nada Nunca vienen solas. Un respiro bien teja.

más desesperan­te que no encontrar trabajo, por lo que todo aquel que ha vivido esta amarga experienci­a entenderá a la perfección lo que pasa en estos momentos doña Iris Umaña, quien ha pasado un año pulseando un bretecito.

Esta señora tiene 57 años y camina todos los días cerca de 16 kilómetros para buscar trabajo y bajar el estrés que le genera no tener ingresos.

Para Umaña la situación es muy ruda, debido a tantos meses de estar desemplead­a. Según ella la edad es su peor enemigo.

“Actualment­e no tengo trabajo. Yo tenía 22 años de trabajar para una empresa de bodegas, pero se fue del país y ahora nadie me da empleo, debido a mi edad”, contó doña Iris llena de tristeza.

Pese a todo, esta señora no se da por vencida y todos los días, bien tempranito, se pone las tenis para caminar cerca de 8 kilómetros, distancia que hay entre su casa enLomas del Río, enPavas y La Sabana, para buscar trabajo. Luego repite el recorrido de regreso.

Doña Iris pulsea un brete en pulperías, sodas, casas o empre- sas. Ella pasa tocando puertas y preguntand­o si necesitan contratar a alguien, sin importar que tenga la labor que tenga que hacer. Por el momento su insistenci­a no ha dado frutos, pero sabe que la esperanzas es lo último que se pierde, así que insiste en su objetivo.

Esta esforzada mujer cuenta que trata de ver el lado positivo de la situación, por lo que de vez en cuando aprovecha para hacer algunos ejercicios en La Sabana y despejar la mente.

“A mí me da depresión cuando veo que a pesar de mi esfuerzo no me quieren contratar. A veces pasaba durmiendo porque a uno eso le bajan las baterías”, dice.

Umaña dice que una de las cosas que más le cuesta superar es la forma en la que perdió su último trabajo. “Yo tengo un hijo en la cárcel y una vez estaba muy enferma, por lo quenopude ir a trabajar, lamentable­mente una compañera de trabajo dijo que yo no había ido a trabajar porque andaba viendo a mi hijo, pero eso era mentira”, contó con tristeza. Iris recuerda que al día siguiente se presentó al brete, pero cuando fue a entregarle a su jefe la incapacida­d que le habían dado en el hospital, la recibieron con la carta de despido.

“Yo no sé por qué ella (compañera) inventó eso, porque era un día entre semana y uno no puede ir a ver a la gente a la cárcel esos días. Mi jefe me dijo que no podía hacer nada y que me iban a pagar las prestacion­es”, relató.

Pero las complicaci­ones de doña Iris para conseguir brete no solo tienen que ver con la edad, ya que ella solo tiene el sexto grado de la escuela y eso le limita las posibilida­des.

Es por eso que ha tenido que conformars­e con algunos trabajos informales que le salen de vez en cuando.

“Aveces alguna vecinamepi­de que le ayude un rato en la pulpería o otra me solicita que le haga algún mandado, como ir a San José a traer algunas medicinas y me pagan algo”, cuenta.

No obstante, por hacer esos trabajitos lo más puede ganar son unos dos mil colones, cantidad insuficien­te para cubrir las necesidade­s de su hogar.

Doña Iris nos comentó que su mayor preocupaci­ón es velar por su mamá, Belén, quien vive con ella y sufre de Alzheimer.

Doña Iris reconoció que ahora viven gracias a una pensión de una hermana suya que vive con ellas, así como de la pensión de la mamá y de lo que aportan su hija y un sobrino.

A pesar del estrés diario que vive doña Iris, Dios nunca abandona, ya que el pasado 12 de setiembre fue la feliz ganadora del premio de La Teja.

Doña Iris se pegó300 mil colones que en este momento le cayeron como del cielo.

De hecho, de esta forma conocimos la historia de esta noble señora, quien hasta nos enseñó las tenis que se compró gracias al premio para salir a buscar trabajo, pues según ella no va a desistir hasta que un bretecito la vuelva a bendecir.

 ?? JOSÉ CORDERO ?? Doña Iris nos invitó a su casa para contarnos su historia.
JOSÉ CORDERO Doña Iris nos invitó a su casa para contarnos su historia.
 ?? JOSÉ CORDERO ?? Iris ve por su mamá, doña Belen Oviedo, quien tiene Alzheimer.
JOSÉ CORDERO Iris ve por su mamá, doña Belen Oviedo, quien tiene Alzheimer.
 ?? JOSÉ CORDERO ?? La ganadora también pudo cambiarle la pantalla a su celular, la cual tenía quebrada desde hace tiempo.
JOSÉ CORDERO La ganadora también pudo cambiarle la pantalla a su celular, la cual tenía quebrada desde hace tiempo.

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