Noche de hambre y frío para bebito
AFECTADOS POR NATE SUFREN POR FALTA DE ALIMENTOS Y COBIJAS EN RÍO SECO DE SANTA CRUZ
El llanto delpequeño Elías, de un año y seis meses, hizo que el corazón de su mamá, Marta Coulon, se partiera en pedazos.
Marta llegó este jueves, a las 7 p.m., a un albergue en el quenohabía ni una cobijita con la que pudiera proteger del frío a su bebé ni a su otro hijo de 5 años.
Debido a las inundaciones causadas por la tormenta tropical Nate, Coulon, de 25 años, y sus hijos, Elías y Jesús, tuvieron que abandonar su casa en Paraiso, unpueblito del distrito Veintisiete de Abril, en Santa Cruz, Guanacaste.
Encontraron refugio en el albergue que se habilitó en la escuela de Río Seco, a 24 kilómetros de Santa Cruz.
La joven madre explicó que la situación ha ido de mal en peor.
Coulon ha tenido que compartir una pequeña colchoneta con sus dos chiquitos, pero lo peor es que no les dieron ni una sábana con la cual protegerse del frío de la madrugada.
“El bebé pasó llorando por el frío, ayer me dieron una colchoneta, pero con una no hago nada, porque como somos tres no cabemos, y tras de eso sin cobijas y hacia un frío que no podíamos dormir, más el bebé que está afectadito de la garganta”, contó preocupada.
Este viernes en la mañana dijo sentirse feliz de que las lluvias se detuvieran y que de a poco el sol saliera; sin embargo, no pudo ocultar la congoja que siente por la falta de ayuda para ella y sus hijos.
Sin comidita. Así como doña Marta, otras 78 personas se encuentran en este albergue, pero están angustiadas, porque en la misma noche de este jueves se quedaron sin comida.
Ayda Chaves Álvarez, una de las encargadas del refugio, explicó que los alimentos se acabaron y que lo último que comieron fue un poquito de arroz y frijoles en la noche.
La mayor preocupación es que en el albergue hay cerca de 20 niños, los cuales ya no tienen comidita para los próximos días.
La tristeza de los pequeños, al saber que no había nada para desayunar este viernes, les tocó el corazón a Eduardo Leal y Manuel Ríos, dos hombres que también resultaron damnificados.
Tanto Leal como Ríos sacaron el poco dinero que andaban en los bolsillos para ir a comprar varios bollos de pan, con los cuales les dieron de comer a los niños.
Sin embargo, la mayoría de adultos se quedaron sin probar bocado, por lo que, de momento, no saben qué harán en las próximas horas.
Felipe Gómez Gómez, subdirector de la Asociación de Desarrollo de Río Seco, aseguró que la última vez que vieron a personeros de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) fue el miércoles, cuando les dieron las colchonetas.
Gómez manifestó que la Comisión hizo un listado de los afectados, por lo que saben las necesidades que tienen; sin embargo, la ayuda tarda en llegar.