La Teja

Goles que valieron un Mundial

¿QUIÉN SERÁ EL ENCARGADO DE SELLAR LA CLASIFICAC­IÓN A RUSIA 2018?

- Sergio.alvarado@lateja.cr Un gol puede RÁNDALL BRENES FUTBOLISTA Cañonazo selló boleto. FUTBOLISTA Feo, pero especial.

significar muchas cosas para un futbolista, pero cuando una anotación sella una clasificac­ión a un Mundial adquiere un aire especial e inolvidabl­e, tanto en sus anotadores como en los aficionado­s.

La historia revivirá siempre nombres como el de Pastor Fernández , Rolando Fonseca, Carlos Hernández y Rándall Brenes, quienes tuvieron el honor de dar el puntillazo final para sellar el pasaporte a la cita mundialist­a.

Y hoy un selecciona­do entraría a tan privilegia­da lista. ¿Quién será el encargado de sellar el boleto a Rusia?

El cabezazo de Fernández ante El Salvador en 1989 firmó la clasificac­ión a Italia 90, primer Mundial en la historia tica y de paso convirtió en inmortal al delantero que jugaba en aquel momento con el Cartaginés, aunque al final no fue a Italia.

Doce años después, Fonseca escribió otra página de su ilustre carrera el 5 de setiembre del 2001, cuando con un doblete ante Estados Unidos, nos volvió a llevar a una Copa del Mundo.

Un gol de penal en la primera parte y una contra que definió con derecha luego de un pase de profundida­d de Mauricio Solís fue como facturó sus dos anotacione­s.

El delantero recordó que el entusiasmo de aquel día por clasificar era mucho y por eso en aquella mejenga arrollamos a los gringos.

“Yo me acuerdo que ese día teníamos una gran convicción, des- de muy temprano el estadio Saprissa estaba lleno, la identifica­ción entre afición y esa Sele del 2002 era algo grande”, destacó Fonseca.

Para el Rolo, aquellos goles fueron especiales porque nos devolvían a un Mundial luego de 12 años.

“Lo que yo estaba sintiendo era lo mismo del aficionado, volver a la fiesta de un Mundial que era lo que todo mundo quería”, agregó.

El Amigo del gol destacó que aunque a él le tocó hacer los goles, fue un trabajo de equipo, fueron dos goles lindísimos que reflejaron la pulseada de todos.

“Ese partido fue espectacul­ar, unocon solo verlo se le eriza la piel de ver la intensidad, determinac­ión y la manera cómo se jugó”, aseguró Rolo.

La Cueva también fue el escenario del gol más inolvidabl­e en la carrera de Carlos Hernández, quien el 8 de octubre del 2005 metió el mejor de sus zapatazos y de nuevo los gringos fueron el pato de la fiesta tica.

La Sele esa noche se adelantó a los 33 minutos con un tanto de Paulo Wanchope y en el segundo tiempo el Zorro venció en dos ocasiones a Tim Howard, primero con un remate al segundo palo desde fuera del área.

A solo tres minutos para el final Carlos puso la cereza en el pastel, agarró la pecosa fuera del árealuego de un rebote y con un zapatazo la mandó a guardar.

“Es un gol que recuerdo siempre por el significad­o que tuvo, estábamos a punto de ir a un Mundial y gracias a Dios por mis anotacione­s pudimos cumplir el objetivo, me siento muy contento de formar parte de la historia de Costa Rica”, dijo Hernández.

“Para mí es el mejor gol que hice, por todo lo que significó, fue un tiro libre en el que el Tuma (Gilberto Martínez) trata de tirársela a Winston (Parks) y adonde la bola venía yo no lo pensé dos veces y re- mate de seguido”, explicó el volante del Municipal Liberia.

El caso más reciente es el del brumoso Rándall Brenes, quien anotó el gol con el que amarramos el pase rumbo a Brasil 2014 al empatar a uno en Jamaica, el 11 de setiembre del 2013 en Kingston.

Un remate de izquierda pegado al palo se coló en el arco caribeño, en estética pueda que no sea el gol más bonito, pero si de los más importante­senla carrera del ídolo brumoso.

Jorge Luis Pinto metió al Chiqui para aprovechar que la defensa caribeña estaba cansadaybu­scar el ansiado gol.

“Recuerdo que entre de cambio en el segundo tiempo por Diego Calvo, el partido estaba cero a cero, Jamaica trató de salir jugando y yo robé el balón, salí hacia el marco y rematé al primer palo con la fortuna de que el balón ingresó”, explicó Brenes.

Aunque el remate no fue el más bueno, ni el más fuerte, fue suficiente para que entrara y poner a todo un país a celebrar.

“La sensación que tuve en aquel momento fue una gran alegría ya que pude ayudar al equipo y colaborar para la clasificac­ión de un grupo que estaba muy unido y tenía una meta clara”, destacó Randall

En la calle la gente todavía le recuerda la anotación que sin duda ocupa un lugar muy importante en su corazón, porque no todos los días se anota un gol que llevaa su país a una Copa del Mundo.

Fue una gran alegría ya que pude ayudar al equipo y colaborar para la clasificac­ión”.

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ARCHIVO Chiqui en Jamaica nos mandó para Brasil 2014.
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ARCHIVO Con dos pepinos, uno de penal , Rolo nos envió a Corea-Japón 2001.
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