ÚLTIMO CHANCE DEMESSI
ARGENTINA NECESITA GANAR EN ECUADOR, ALGO QUE NO LOGRA HACE 16 AÑOS
La última vez que Lionel Messi vio la inauguración de una Copa del Mundo por televisión, era un adolescente a punto de cumplir 15 años, que acababa de completar su tratamiento hormonal, para estimular el crecimiento.
Apenas empezaba a mostrar destellos de su talento en las divisiones infantiles del Barcelona.
Eso fue en 2002, cuando una selección de Argentina dirigi-
da por Marcelo Bielsa y encabezada por figuras como Juan Sebastián Verón y Gabriel Batistuta sufrió una inesperada y traumática eliminación en la fase de grupos, en el Mundial de Corea del Sur-Japón.
Quince años después, y con tres mundiales jugados, la ahora superestrella tendrá que sacar su varita mágica para no ver el Mundial de Rusia por tele y evitar que los ches queden fuera de la Copa del Mundo, por primera vez, desde 1970.
Argentina llega a su duelo del martes, en Ecuador, a las 5:30 p.m., por la última fecha de la eliminatoria sudamericana en el sexto puesto de la tabla. Está fuera de los cuatro primeros equipos que clasifican a Rusia y del quinto que accede a un repechaje contra Nueva Zelanda.
Un triunfo en Quito aseguraría a Messi y compañía al menos el repechaje, e incluso podría otorgarles el boleto directo con una combinación de resultados. Con un empate o una derrota, quedan dependiendode otros resultados.
El puntero Brasil (38 puntos) tiene el boleto a Rusia, mientras que Uruguay (28) , Chile (26) y Colombia (26) ocupan los otros asientos. Perú (25) tiene el repe- chaje con las mismas unidades y diferencia de goles que Argentina, aunque una muy superior delantera en goles anotados. Paraguay les sigue con 24.
Triunfo lejano. La última vez que Argentina ganó por las eliminatorias en la altura (2.850 metros) de Quito fue en 2001, precisamente rumbo a la avasalladora clasificación a aquel Mundial asiático.
“Yo sigo esperanzado de que si jugamos como hoy, vamos a clasificar”, repitió una y otra vez el técnico argentino Jorge Sampaoli, luego del empate 0-0 ante Perú, por la penúltima fecha, el jueves, en Buenos Aires.
Más allá de la fe ciega de Sampaoli, el tercer entrenador de Argentina en estas eliminatorias, la realidad de los números desnuda a la selección sin identidad de juego y con una anémica producción ofensiva.
Ante los peruanos, Argentina firmó su cuarto partido consecutivo sin ganar, una racha que incluye un revés 2-0 en Bolivia y tres empates al hilo, en los que sumó apenas un gol.
Sus 16 tantos en 17 fechas son la segunda menor cifra en la eliminatoria, solo por encima de los 14 de Bolivia, y menos de la mitad de los 38 que tiene el puntero Brasil.
Legado en juego. Más allá de la posibilidad de que Argentina se pierda el Mundial, también está en juego el legado del propio Messi, ganador de todos los títulos habidos y por haber con el Barcelona, pero que todavía busca su primer trofeo con la selección, para salir de la sombra de Diego Maradona en el corazón de los argentinos.
El delantero cumplirá 31 años en pleno Mundial y Rusia podría sea su última oportunidad para levantar la copa que lo eludió al perder la final de 2014 ante Alemania, además de ser eliminado en los cuartos de final en 2006 y 2010.
La ausencia de la máxima figura del fútbol en este siglo sería un golpe mayúsculo para la FIFA, los organizadores, los patrocinadores y la afición en general, y hasta los más duros rivales futbolísticos de Argentina lo reconocen.