Drama golpea a Tiquicia
Davian Moisés Yanes Leo, de tan solo 13 años, se enteró de la manera más dura que su padre había fallecido.
Mientras recorría las redes sociales se encontró una foto donde mostraban a David Yanes Pacheco (su papá) con la pierna izquierda completamente quebrada en el momento en que lo subían a la ambulancia, luego de que un joven de apellido Blandón, de 26 años, lo había atropellado, la mañana de este domingo en Zapote.
Ese es uno de los reclamos que Dennys Yanes, hermana de David, le hace a los organizadores de la Esencial Costa Rica mediamaratón San José, pues indicó que nadie de ellos los llamó para darles la mala noticia.
“Si nos hubieran contactado para decirnos lo que estaba pasando, nosotros tomamos lasmedidas para prevenir que Davian se enterara de esa forma de la muerte de su padre. Eran fotos bastante dolorosas, que provocaron un impacto más fuerte”, explicó la joven.
David era el mayor de cinco hermanos ydesde hace unos nueve meses salió de Tinajillo, Carabobo, en Venezuela, en busca de mejores horizontes y poder enviarle dinero a su familia.
Probó primero en Panamá, Colombia y por último Costa Rica, al inicio iba y venía y desde hace unos cuatro meses se instaló acá.
Inicialmente vivía en Puntarenas, pero se le complicaban los traslados a Chepe para competir, fue entonces cuando el atleta Laurens Molina, les abrió las puertas de su casa, tanto a David, como aAngelo Olivo, su mejor amigo. “Mi hermano llegó aquí y se sentía feliz y muy seguro. En varias oportunidades le pregunté que cuándo se regresaría a Venezuela y él me decía que por ahorita no, que estaba demasiado cómodo acá porque podía salir a entrenar cuando quisiera y le iba superbién. Él tenía pensado ir a Venezuela, pero de visita, quería quedarse aquí haciendo vida deportiva porque es a lo que se dedicaba”, dijoDennys. Justamente eso era lo que más le gustaba, que acáhay competenciasde alto rendimiento muy seguidas y no como en su país, que ocurren cada muerte de obispo.
Siempre empunchado. David corrió su primera carrera a los 12 años y comenzó conel piederecho, pues desde ese día quedó en el primer lugar, así fue subiendo de categorías con mucho éxito, la casa de su madre está llena de los trofeos que ganó, recordó su hermana. A los 15 años, en una concentración en una villa olímpica en Carabobo, conoció a quien se convertiría en su mejor amigo, Angelo y a Yoli- mar Pineda, otra atleta venezolana que compite en Tiquicia.
“Era como un hermano para mí, una persona muy especial, alegre. No se me olvida una vez en una fiesta verlo bailando con una peluca que teníamos para vacilar y fue gracioso verlo en una piñata consumido en el suelo recogiendo confites Barrilete, que ya en Venezuela no había y que lo regresaron a sus años de infancia, le decía todo entusiasmado a su amigo: ‘Angelo vea, Barriletes’. Se pudo haber comido en los últimos 22 días unos 35 confites. Incluso me pidió que lo llevara al súper para comprar dos paquetes de los confites para enviárselos a su familia”, recordó Laurens.
Molina indicó además que David tenía un carisma muy especial, lo acompañaba a entrenar y hasta le ayudaba a sus hijos a hacer las tareas y cuando terminaban se ponían a jugar bolinchas.
Dura noche. Angelo Olivo ganó la competencia en la que murió su mejor amigo, su hermano, pero la alegría quedó truncada cuando al llegar a la meta se enteró de que algo le había pasado a David.
“Me quedé esperándolo en la meta porque sabía que también venía peleando por los primeros puestos, para contarle que había ganado y cuando estaba hablando con Laurens, llegó Martín Cubero (un amigo de Puntarenas), y me preguntó por David con los ojos llorosos. Me dijo que habían atrope- llado a alguien y que él creía que era él.
“Le preguntamosa los de laambulancia y ahí nos dijeron que lo habían trasladado al hospital y que iba grave. Nos asustamos, nos fuimos para allá con la esperanza de encontrar a nuestro amigo golpeado y darle ánimo, pero nos enteramos que había fallecido”, explicó Olivo.
Angelo nos contó que ahora solo piensa en David y que ya no tendrá a esa persona con laqueentrenaba todos los días, con el que viajaba a todo lado.
“Éramos inseparables, él y yo dormíamos en la misma cama. Anoche (domingo) me costó dormir. Nosotros antes de dormir hablábamos de entrenamientos, de nuestros sueños y nos apoyábamos uno al otro. Ahora voy a tener la meta de trabajar por los sueños de ambos conjuntamente, para que sea como un tributo a su memoria, que cada vez que yo logre algo, él desde el cielo, se sienta orgulloso”, dijo Angelo.
Su mente está tan puesta en su amigo, que hasta se le olvida que corrió el domingo. Sus hijos lo llamaban tío y su hija le mandó un mensaje de WhatsApp llorando por su tío.
La próxima carrera que planeaban era la maratón de San José, que será el 3 de diciembre, incluso, David se animaría a correrla completa y ya hasta habían planeado el recorrido para empezar a entrenar.