Familia molesta con cura
EnriqueAragón salió con una frase fuera de lugar mientras oficiaba una misa de funeral en la iglesia Don Bosco, en el barrio josefino del mismo nombre.
“¿Ustedes se imaginan lo que es tener que hacerle la misa en un funeral a una persona que fue gay?”, preguntó en la ceremonia, en la que se despedía a doña Flora Díaz, de 95 años.
El cura no se refería a la señora fallecida, razón por la cual la frase sorprendió mucho más a quienes la oyeron.
"No comprendo en qué contexto hizo ese comentario, pero me parece vergonzoso y ofensivo para mi abuelita y para todos los familiares que estábamos ahí. Muchos salimos muy molestos de la iglesia", explicó Roberto Acosta, nieto de doña Flora.
"Era una misa privada, solo entre los familiares de ella y al- gunos allegados, no era algo abierto como para que el mensaje fuera dirigido en ese sentido", comentó Acosta.
Por su parte Angie López, esposa de Roberto, nos dijo que salió enferma de la misa tras escuchar las palabras del sacerdote, quien no solo soltó esa "perla", sino que continuó haciendo comentarios por esa línea aunque, como informamos, se trataba de un funeral. Aunque no pudimos hablar con el sacerdote Aragón, éste le explicó a su superior, el cura Óscar Brenes Jaubert, vicario episcopal para la Vida Consagrada de la Arquidiócesís de San José, que no tuvo la intención de ofender a los familiares de doña Flora con la frase. "Reconoció que sí dijo esas palabras, que fueron inoportunas y que estaba muy apenado y dispuesto a hablar con ellos (los familiares) para aclarar y rectificar porque su intención no fue lastimarlos. Él tiene diez años de celebrar misas en funerales y comprende el dolor de los deudos", señaló Brenes. Agregó Brenes que lo que Aragón quiso decir iba en el sentido de la compasión que ellos, como sacerdotes, sienten por los muertos y sus familias. "Hay otros temas más apropiados para los funerales con tantas palabras que hay en la Biblia para esas ocasiones. Yo no puedo estar presente siempre, pero les pido (a los demás curas) que se atengan a las lecturas y que si la familia aportó datos de su ser querido, se trate de hacer la misa más personalizada", explicó el sacerdote Carlos Chiu, director de los padres salesianos, orden a la que pertenece Aragón.
Brenes hizo un llamado a los sacerdotes, en general, para que sigan la consigna del papaFrancisco, que los invita a ser pastores con olor a oveja y que al celebrar los funerales de personas creyentes no olviden los rasgos de la paternidad de Dios, que son la misericordia, compasión y perdón.
Tiene diez años de celebrar misas en funerales y comprende el dolor de los deudos”.
La candidata a diputada por el partido Vamos y defensora de los derechos de la comunidad LGTB Margarita Salas, calificó de lamentables las palabras del cura Aragón.
"Nos parecen muy lamentables discursos tan cargados de odio de parte de líderes religiosos y espirituales, especialmente en momentos en que la familia y la comunidad necesitan amor y comprensión. Nadie tiene derecho a juzgar la vida de otras personas y la orientación sexual no es motivo alguno para discriminarla o ejercer violencia contra ella", dijo Salas.
El abogado Belisario Solano explicó que los familiares de doña Flora podrían entablar una denuncia civil contra el sacerdote por daño moral o, incluso, una denuncia penal por ofensas contra la memoria de un difunto.