Fiesta en el infierno
MURIÓ CHARLES MANSON, EL ROSTRO DEL MAL DURANTE EL MOVIMIENTO HIPPIE
Charles Manson, líder de un culto hippie que se convirtió en el hipnótico rostro del mal en todo Estados Unidos luego de orquestar los sangrientos asesinatos de la actriz Sharon Tate y otras seis personas en Los Ángeles en 1969, falleció este domingo tras casi medio siglo en prisión. Tenía 83 años.
Mason fue el líder psicópata que ordenó asesinatos cuya brutalidad conmocionó al país y al mundo.
A finales de los años 1960, había ordenado a sus discípulos matar al azar a los habitantes de barrios ricos y blancos de Los Ángeles, con la esperanza de desatar una guerra racial apocalíptica.
Víctima embarazada. La “familia” Manson cometió al menos nueve asesinatos. Pero fue la espiral de violencia de los días 9 y 10 de agosto de 1969, con sus siete muertos, lo que más marcó las conciencias.
Entre las víctimas estaba Sharon Tate, la mujer del cineasta Roman Polanski, que tenía 26 años y estaba embarazada de ocho meses y medio.
Por orden de Manson, que no estaba presente, una de sus seguidoras, Susan Atkins, cometió el asesinato. Después, con la sangre de la actriz, escribió la palabra “PIG” (cerdo) en la puerta de la entrada.
Manson, cuyo nombre ha sido siendo sinónimo de una violencia y locura indescriptible, murió a las 8:13 de la noche del domingo por causas naturales en el hospital del condado de Kern. En 1971 fue condenado a pena de muerte junto a cuatro de sus discípulos.
Las penas fueron cambiadas por cadena perpetua tras la eliminación de la pena capital en California en 1972. Manson pidió en doce ocasiones la libertad condicional.
Por el momento no está claro qué ocurrirá con sus restos mortales. Las autoridades dijeron que no tenía familiares conocidos y, de acuerdo con la ley estatal, si en 10 días no aparece ningún pariente o representante legal las autoridades decidirán si es sepultado o incinerado.
Se desconoce si Manson pidió algún tipo de funeral y que ocurrirá con sus cosas, entre las que habría obras de arte y al menos dos guitarras.
Laley de California dice que el Departamento de Prisiones debe guardar sus cosas durante un año en previsión de posibles batallas legales sobre quien puede solicitarlas legítimamente.
Entraba y salía. Autor de robos menores que lo llevaron a entrar y salir de prisión en varias ocasiones desde su infancia, el carismático Manson ejerció de gurú o guía rodeándose de prófugos y otras almas perdidas en la década de 1960. Intentó desencadenar una guerra racial, idea que sacó de una retorcida interpretación de la canción “Helter Skelter” de los Beatles.
A pesar de las abrumadoras pruebas en su contra, durante su tumultuoso juicio en 1970 Manson defendió su inocencia.
“Esos niños que los atacan con cuchillos, son sus hijos. Ustedes les enseñaron, yo no les enseñé. Yo solo intenté ayudarlos a ponerse en pie”, dijo en la corte. La “Familia” Manson, como se hacían llamar sus seguidores, acabó con la vida de cinco de sus víctimas el 9 de agosto de 1969 en la casa de Tate: la actriz que estaba embarazada de ocho meses y medio; Abigail Folger, heredera de una empresa de cafés; el famoso peluquero Jay Sebring; Voityck Frykowski, director de cine polaco, y Steven Parent, amigo del guarda de la casa.
El esposo de Tate, el director de “Rosemary’s Baby” (El bebé de Rosemary), Roman Polanski, estaba fuera del país en ese momento. La noche siguiente, un adinerado empresario y su esposa, Leno y Rosemary LaBianca, fueron apuñalados hasta la muerte en su casa. Los asesinos escribieron frases como “Cerdos” y “Healter Skelter” (sic) con sangre en la escena de los crímenes.
Lengua loquemó. Tres meses después, un seguidor de Manson fue encarcelado por un cargo no relacionado y le habló a un compañero de celda sobre el baño de sangre, lo que llevó al arresto del líder del culto.
En los anales de la delincuencia estadounidense, Manson se convirtió en la personificación del mal, una figura menuda, con mirada demoníaca y una “X”, que se transformaría en una esvástica (símbolo del nacionalismo de Hitler), tatuada en la frente.
Tras un juicio que duró casi un año, Manson y tres de sus seguidores –Susan Atkins, Patricia Krenwinkel y Leslie Van Houten –fueron condenados a muerte. Otro de los acusados, Charles “Tex” Watson, fue sentenciado después..
Atkins murió en prisión en el 2009. Krenwinkel, Van Houten y Watson siguen encarcelados.
Suerte presidencial. Otra
devota de Manson, Lynette “Squeaky ” Fromme, intentó asesinar al presidente de Estados Unidos Gerald Ford, en 1975, pero su arma se atascó. Cumplió una pena de 34 años.
Manson nació en Cincinnati el 12 de noviembre de 1934. Su madre era una adolescente, posiblemente prostituta, y para cuando cumplió ocho años ya estaba en un reformatorio. Tras pasar 10 años preso por falsificación de cheques en la década de 1960, se dijo que Manson pidió a las autoridades que no lo dejaran en libertad.
“Mi padre es la cárcel. Mi padre es su sistema. Yo soy en lo que ustedes me han convertido. Soy solo un reflejo de ustedes”.
Quedó libre en San Francisco durante el apogeo del movimiento hippie en el barrio de Haig- ht-Ashbury de la ciudad y, aunque ya tenía más de 30 años, comenzó a recabar seguidores, sobre todo mujeres, que creían que era como Jesucristo. La mayoría eran adolescentes y procedían de buenas familias pero estaban enfrentados con sus padres.
La “familia” llegó a establecerse en una especie de comuna en el rancho Spahn, antigua localización de cine a las afueras de Los Ángeles, donde Manson manipuló a sus seguidores con drogas, supervisó orgías y los sometió a extrañas conferencias.
La comunidad de Manson estaba compuesta principalmente por mujeres ingenuas. Nacieron muchos bebés. El tuvo al menos un hijo con una seguidora.
Sonó con la música. Tenía ambiciones musicales y se hizo amigo de estrellas del rock como el miembro de los Beach Boys DennisWilson. También conoció a Terry Melcher, un productor musical que había vivido en la casa que más tarde rentaron Polanski y Tate.
En el verano de 1969, Manson había fracasado en su intento de vender sus canciones. Ese rechazo fue considerado como el detonante de la violencia. Se quejó de que Wilson tomó una de sus canciones, llamada “Cease to Exist”, la convirtió en”“Never LearnNot to Love” y la grabó con los Beach Boys sin darle crédito. Manson estaba obsesionado con la música de los Beatles, especialmente con las canciones “Piggies” y “Helter Skelter”, que él interpretó como una premonición del fin del mundo.
Dijo a sus seguidores que “Helter Skelter está llegando” y predijo una guerra racial que destruiría el planeta.
“Todos se apegaron a nosotros, fuese nuestra culpa o no”, dijo más tarde el Beatle George Harrison, autor de “Piggies”, sobre los asesinatos. “Es decepcionante estar asociado a algo tan sórdido como Manson”.
Según los testimonios, la noche de la muerte de Tate Manson dio a sus devotos la instrucción de “hacer algo fascinante”. La testigo estrella de la fiscalía, Linda Kasabian, a quien se concedió inmunidad, declaró que Manson ató a los LaBianca y después ordenó a sus seguidores que mataran. Pero Manson insistió: “Yo no he matado a nadie y no ordené que matasen a nadie”.