Despidos en Sinocem
BRONCA POR PRESTACIONES
El escándalo por el cementazo ha perjudicado también a los trabajadores de Sinocem, una de las empresas de Juan Carlos Bolaños. Este es el caso de 21 empleados que fueron despedidos el 14 de setiembre y que dicen no haber recibido aún la liquidación.
De acuerdo con el Ministerio de Trabajo, Bolaños y Sinocem acumulan hasta ahora 12 denuncias por la falta de este pago. Uno de los perjudicados es Denis Jara, de 32 años y quien trabajaba como montacarguista en Escazú.
Denis contó a La Teja que cuando los echaron, la explicación fue que habría un reacomodo de personal. Les dijeron también que les pagarían las prestaciones en menos de un mes; sin embargo, ya pasaron dos y aún no ven la plata.
A Denis le quita el sueño que debe pagar la pensión y el aguinaldo de sus dos hijos, de 9 y 3 años, quienes están con su expareja.
“Ocupo esa plata porque aún no logro encontrar trabajo. Nos han dicho de todo pero lo más importante, que es el dinero, no llega. Ella (su expareja) me ha comprendido y eso me ha ayudado”, mencionó.
“Ahora viene la temporada más difícil (diciembre), hay que comprar los estrenos, hay que ir pensando en la escuela y los útiles, son muchas cosas que en esta época uno tiene que pensar”, agregó.
Relató que aún no ha pasado hambre pero, a como va la cosa, no descarta esta posibilidad, pues la plata que tiene se le está acabando.
Hizo números. Jara aseguró que el 28 de setiembre (una semana después de ser despedido) fue a las instalaciones de Sinocem, en La Uruca, con la fe de recibir su cheque, pero nada.
Uno de los encargados lo atendió y le dijo que lo que le correspondía de liquidación eran ¢900 mil por año y medio de trabajar para ellos. No obstante, sus cuentas le daban otro monto (mucho más alto), así que fue al Ministerio de Trabajo a que le hicieran el cálculo. Para su sorpresa, lo que le toca es poco más de ¢2 millones.
“Al menos yo tengo miedo porque, para ser sincero, prefiero agarrar los ¢900 mil a no agarrar nada porque, según dicen, en la empresa no hay plata”, añadió.
Este vecino de Puriscal fue nuevamente el viernes 18 de noviembre a reclamar su dinero, pero le dijeron que todavía no se lo tenían.
“Ellos están trabajando a puertas cerradas, todos se asoman por la ventana a ver quién es (el que llega), dependiendo de quien sea simplemente no le abren. Ese día amí me dieron la cara, pero otros excompañeros dicen que no los han atendido”, aseveró.
Otro de los afectados (que prefirió no dar su nombre por temor a que no le paguen) mencionó que una persona que labora actualmente para Sinocem le dijo que estaban vendiendo excavadoras y varios tractores, pero no para pagarles.
¿Cómo está el asunto? Eric Briones, abogado especializado en temas laborales, detalló que en Costa Rica no hay un plazo definido para que las compañías paguen las prestaciones, pero por disposición de la Sala II se debe hacer como máximo hasta 8 días después que termina la relación con el patrono.
Briones recomendó interponer una denuncia si después de dos meses a la persona no le dan lo que le corresponde.
Bolaños “buena gente”. Sobre Juan Carlos Bolaños, Jara contó que lo vio pocas veces, ya que llegaba a la oficina cada muerte de obispo. Aunque nunca le dirigió palabra alguna, sí lo vio respetuoso y buena gente. “Como él tiene tantas empresas no iba mucho, se veía serio pero con algo de buena persona. A nosotros no nos importa él, lo que nos importa es que nos paguen”, finalizó. Intentamos conocer la versión de los encargados de la empresa; sin embargo, no contestaron ninguna de las llamadas que les hicimos. Cabe recordar que el empresario está encerrado en San Sebastián desde el miércoles 8 de noviembre, junto a gerentes del BCR por, supuestamente, traficar influencias con la ayuda de diputados, magistrados y funcionarios públicos para conseguir un préstamo de $30 millones con más facilidad.
“Ellos están trabajando a puertas cerradas, todos se asoman por la ventana”. DENIS JARA EXTRABAJADOR DE SINOCEM