GUERRERO LAS 24 HORAS
delantero del Municipal de Pérez Zeledón, es el vivo ejemplo de un guerrero, palabra con la que, precisamente, describen a los jugadores del equipo del Valle de El General.
Hace ocho años perdió a su mamá (doña Marva Omier) y, desde hace unos meses, enfrenta la enfermedad de su papá, quien padece cáncer de pulmón.
“Él siempre ve mis partidos, se alegra cuando hago un gol o cualquier jugada, es lo que lo motiva para enfrentar la enfermedad tan grave que tiene”, cuenta de entrada el futbolista de 28 años.
El papá del generaleño se llama Alonso Mitchell, tiene 65 años y jugó con Limón, al igual que sus tíos, sin embargo; un accidente en moto le impidió seguir en el fútbol.
“Era goleador, todas las pelea- ba, iba bien arriba”, cuenta orgulloso Josué.
La enfermedad se la detectaron al señor mientras el futbolista realizaba la pretemporada del actual torneo, por ahí de finales de mayo.
Mitchell, quien vivió desde los dos años en Limón 2000, recuerda cómo se enteró de la noticia.
“Él vino a San José a hacer unas vueltas para servirme de fiador para comprar casa, que por dicha la estamos estrenando. Tosía mucho, tenía los pulmones inflamados y en una valoración descubrieron que era cáncer”, recordó.
Don Alonso está en Limón y Josué, por jugar en el sur del país, tiene dificultades para ir a verlo, aunque espera darse la vuelta ahora que acabe el actual campeonato.
“A mí me haafectado mucho(la enfermedad del papá)”, señaló Josué, quien debió enfrentar la muerte de su mamá, doña Marva Omier, en el 2009, cuando él militaba en el alto rendimiento de Barrio México.
Mitchell recordó que lo que padecía su mamita era una simple apendicitis, no obstante, la terminaron operando a corazón abierto, él no se sabe por qué.
“Ella estaba muy débil (tras la operación), vino a San José y en esos casos a las personas no las dejan irse el mismo día, pero ella le dijo al doctor que estaba bien, la devolvieron del hospital Calderón Guardia a Limón y cuando iba por el cruce de La República le dieron tres paros cardíacos. Cuando fui a verla ya estaba fallecida”, recordó.
Josué tiene un hijo llamado Daniel, de año y medio, junto a su esposa Katherine Baldí, al que el abuelo don Alonso conoció en esa vuelta que hizo para servirle de fiador al futbolista.
Ese espíritu guerrero le ha permitido al jugador seguir adelante, de hecho, está feliz porque antes “anotaba cinco o seis goles” y ahora rompió su récord, ya que suma 9 anotaciones en el campeonato.
Uno de esos golcitos significó el triunfo ante Herediano (1-0), en la primera fecha de la cuadrangular.
Además, fue el gol que le quitó el invicto al Team, que tenía 25 mejengas sin morder el polvo.
Ese pepino fue dedicado a su familia, a los que siempre les envía un beso en el festejo.
De la cuadrangular actual, aseguró que aspiran a ganarla y jugar así una final ante los rojiamarillos, vencedores de la primera fase, porque la única meta en el Valle de El General es ser campeones.
Antes de terminar la entrevista, Josué nos contó que es bueno cocinando rice and beans gracias a las enseñanzas de su hermana.
“Ahora me queda mejor que a ella”, finalizó muerto de la risa.