Violenta guerra está por iniciar
TRES GRUPOS DEL SUR Y OESTE DE SAN JOSÉ SE MATAN POR MERCADO DE LA DROGA
seguridad Álvaro Ramos asegura que la ola de violencia y muerte que vive el país no va a parar, más bien se espera que en estos días se desate unaguerra narco entre tres grupos del sur y el oeste de San José, a raíz de la muerte de Erwin Guido, alías Gringo.
La situación actual le para el pelo a cualquiera y no es para menos, este fin de semana fueron asesinadas, con extrema violencia, ocho personas en San José. La cifra de asesinatos en el país ya llegó a 579, superando por una víctima a las ocurridas durante el 2016 (fueron 578).
El viernes mataron a dos hombres en Los Sitios de Moravia, cuando estaban en un carro y los agarraron a punta de plomo, se trataba de Kevin Obando Anchía de 27 años y Jefferson Poveda Méndez de 18. En Coronado un pistolero mató a quemarropa a Jacksinio Arroyo, de 28 años, Meyboll Hernández de 20 y Juan Sánchez de 23. Además, otro hombre de apellido Chacón, de 39 años, fue baleado en la espalda.
Al amanecer del sábado encontraron muerto a Erwin Guido Toruño, el Gringo, quien era buscado por el OIJ por ser el supuesto autor intelectual de 10 asesinatos. A él lo golpearon, lo acuchillaron y tiraronsucuerpoen el puente del Bajo Los Ledezma en La Uruca.
Finalmente, la noche del sábado mataron a Ana Lucía Mora Campos, de 32 años, en La Tabla en San Rafael Abajo de Desamparados y la madrugada de este domingo, en Moravia, liquidaron a Víctor López Chavarría, de 31 años.
Le hicimos varias consultas a don Álvaro para poder entender es- ta situación.
– ¿Por qué estamos viviendo tanta violencia y muerte estos días?
–En primer lugar se trata de un control de mercados locales de droga en el sur de San José, sobre todo en Pavas, por parte de diferentes pandillas que trabajan para algunos líderes demediano tamaño. La lucha es porque, al estar algunos de los jefes presos, desataron una lucha feroz y violenta para acomodar de nuevo el liderazgo criminal, hay bandas que perciben de uno a dos millones de colones por día. Por ese control se está pagando con vidas.
–¿Cuáles son los otros problemas relacionados?
Haymucho criminal en la calle, eso alza la ola de violencia, el que está en la cárcel sigue dando órdenes, pero no puede matar. La poli- cía necesita seguir trayéndose abajo las estructuras y dejarlos presos, por último y muy grave, se están copiando las actitudes violentas de otras estructuras criminales de México y el norte de Centroamérica (Honduras, El Salvador y Guatemala)..
– ¿Ya tocamos fondo o todavía se puede hacer algo?
Estamos a tiempo, pero hay que actuar con rapidez, si no vamos a estar en una sociedad dominada por los delincuentes, en algunos barrios ya la gente perdió la libertad y tiene que pagar peaje para entrar y salir.
Los cuerpos policiales tienen que unirse más y, si es necesario, usar la fuerza contra estos grupos. Hay que darle más recursos a la Policía, introducirse en las organizaciones para reclutar gente que ayu- de a desarticularlas, darle más poder al OIJ en materia de escuchas telefónicas de gente que este en narcotráfico o ligada a crímenes.
Hay que negociar con los pequeños grupos para capturar a los capos y devolverle el miedo a los criminales. Los miembros de estas bandas organizadas deben estar presos, son muy jóvenes y nunca logran reinsertarse en la sociedad.
–La gente está asombrada por las fotos que han circulado del supuesto asesino con el cuerpo del gringo. ¿Qué quieren decir con este tipo de imágenes?
–Esas son las mismas escenas que se ven en México. Con ellas hay dos opciones, primero que garanticen un pago cuantioso y otra, menos probable, es que los grupos le hayan perdido el miedo a la sociedad y a la ley. Con estas fotos están creando terror criminal, nos están diciendo hacía donde vamos si esto no se detiene a tiempo.
–¿Los ticos nos estamos haciendo menos sensibles ante estas situaciones?
No, menos sensibles no, pero sí nos estamos acostumbrando.
–¿Cuánta droga pasa por Costa Rica?
Para que se haga una idea, 3.500 toneladas se producen al norte de Colombia y en la ruta al norte una gran cantidad pasa por Costa Rica y Panamá. La mayoría se almacena y se va, pero una parte se queda como moneda de pago por servicios.