Fuego bajoneó a muchacho ciego

aún no sale de la tristeza de saber que un incendio le arrebató todas las cositas que con tanto esfuerzo había comprado.

Rándall, de 22 años, es ciego y vivía solo en una casita que alquilaba en Río Jiménez de Guácimo, pero el martes en la noche el fuego lo dejó solo con lo que andaba puesto.

Una de las cosas que más preocupa al muchacho es que ahora siente más lejos que nunca su sueño de ser veterinario.

“Rándall es loco por los animales, los ama sobre todas las cosas y había hecho un examen en la universidad para ser veterinario, pero no lo aceptaron”, contó Odilí Fernández, una vecina que le está dando posada al joven mientras él se repone de las pérdidas que tuvo.

“Él tiene tres perros y un gato y solo piensa en ellos. Está preocupado porque no tiene ni alimento para darles y eso lo tiene muy triste”, agregó Odilí.

Sánchez no tiene cama, colchón, ni siquiera una cobija y tiene deudas ya que algunas cosas de la cocina y otras pertenencias aún las estaba pagan- do, pero cuando alguien le pregunta qué es lo que más necesita responde que comida para sus mejores amigos, los perros Tauro, Kira y Bruno y el gato Richi.

Doña Odilí dice que ella, su esposo y su nieta han tratado de animar a Rándall para evitar que se enferme.

“Él está tan triste por haberlo perdido todo que ayer (miércoles) no quiso desayunar, ni almorzar ni nada; ya hoy (jueves) fue diferente porque comió un poquito al desayuno y almorzó alguito”, expresó la buena samaritana.

El día que se dio el incendio el joven no vidente estaba cocinando frijoles cuando se zafó la manguera que lleva el gas del cilindro a la plantilla y eso causó el fuego.

Rándall se asustó mucho al sentir el calor y se fue a meter al cuarto por que ahí tenía a sus perrosya su gatoyno quería dejarlos morir. Odilí vio el fuego y corrió de inmediato a la casa del muchacho, ya que sabía que por la ceguera le costaría salir.

“Yo estaba abrazando a mis perros cuando llegó Odilí y me ayudó a salir, también me ayudó a sacar a mis mascotas, que son lo más importante que tengo en la vida”, contó el muchacho el día del incendio.