EDGARDO ARAYA
–¿Cómo recuerda las Navidades de su infancia? Siempre la recuerdo como algo lindo.
–¿Cuál es el regalo que más recuerda?
Era un carrito de juguete con mucho detalle y con un acabado lindísimo. Lo recuerdo mucho porque mi papá me lo compró como un mes antes (de Navidad) y me dijo que no podía abrirlo hasta el 25 de diciembre, pasé ese mes desesperado hasta que llegó el 25.
–¿Cuál fue el regalo que siempre quiso, peroquenunca le dieron?
Un Transformer original, en la época en la que yo quería eso mi papá y mi mamá no tenían las condiciones económicas para comprarlo, después de viejo los compré para darme el gusto, pero fue frustrante ver a mis amigos con las colecciones de los robots.
–¿Cuál regalo aún conserva?
Hay un Transformer de línea barata que todavía tengo y unos carritos de juguete pequeñitos.
–¿Cuál fue el regalo más feo que le dieron?
No recuerdo, para mí que me dieran un regalo era una cosa hermosa.
–¿Alguna vez se quedó sin regalo?
No me quedé sin regalo y eso se lo agradezco a mis papás porque aunque se los estuviera llevando el carajo y no tuvieran ni un cinco, algo hacían para que no me quedara sin regalo.
–¿Quien era más alcahueta, su mamá o su papá?
Se turnaban la alcahuetería porque yo sé que a ellos les costaba mucho y a pesar de eso siempre trataron de complacer esos regalos.
–¿En esta época para dónde se lo llevaban a pasear?
Recuerdo que pasábamos la Navidad en Grecia, con mi abuela y mis tíos.
–¿A quién que ya no está, recuerda siempre en estas fechas?
A mis abuelas, la abuela Alicia y la abuela Damia, las recuerdo con mucho cariño.
–¿Ha cambiado en algo las celebraciones de antes en relación a las de ahora?
En mi casa ya no se espera al Niñito, esa ilusión de acostarse temprano porque si uno no se acostaba temprano, entonces, no venía el Niñito, eso ya cambió.
–¿Qué mensaje navideño le da a los ticos?
La Navidad es una oportunidad para hacer valer el cariño y el amor, no midamos la Navidad por los regalos, sino por la cantidad de abrazos y besos que nos den.