Valentía amarilla
LOS IMPROVISADOS MÁS CARGAS ANDAN BIEN IDENTIFICADOS
tiene nueve años de ser torero improvisado y para él no hay nada mejor que lucir la camiseta amarilla de La Teja en el redondel de toros de Zapote.
Andar con este distintivo significa que pertenece al grupo de los mejores toreros, por eso para “Flaco”, como es conocido en el ambiente taurino, no cualquiera puede vestirla.
Sánchez es uno de los más de 20 improvisados que desde el pasado 25 de diciembre lucen con mucho orgullo esta chema.
Él ya tiene cinco años de perte- necer al grupo “Los valientes de Zapote”, como se hacen llamar los improvisados más teja del país. “Los que andamos con la camisa de La Teja siempre estamos al frente del toro. (Mario) Guadamuz no se la da a cualquiera, el que la anda significa que es de los mejores, por eso a mí me encanta andarla”, mencionó Flaco, de 33 años y vecino de San Pedro de Montes de Oca.
Cada diciembre Flaco se las ingenia en su trabajo para sacar vacaciones y así no perderse ni una sola corrida. Cuando los días no le alcanzan lo que hace es que pide trabajar bien temprano para llegar a las corridas de la tarde.
Aunque en el 2013 un toro lo mandó a un “diálogo” bastante fuerte con la arena, como diría el experimentado y popular Cañero, ese susto no fue suficiente para que Sánchez dejara su pasión.
“El toro me golpeó en el piso y me hizo dar varias vueltas. Me quedaron varios raspones en la cara porque me pegó un cachazo y me sacó la sangre, pero son solo chispas del oficio. Este año solo sustillos me he llevado”, contó como si nada.
Ese revolcón le dejó una gran cicatriz en la cara, pero aún así un añodespués volvióapisar la arena de Zapote para llevarse otro buen susto.
En las fiestas de diciembre del 2014 otro cachudo lo levantó de la pierna derecha causándole una rotura de ligamentos que lo dejó tres meses renqueando.
Aún así, Sánchez no deja de llegar a Zapote cada año con su jeans, sus dos pantalonetas que usa por debajo y su camiseta amarilla de La Teja.
La fuerza de la pasión lo llama yél no puede decirno. La arenalo jala y él disfruta montones.