Inyección de vida
JOVENCITOS CON CÁNCER SE OLVIDAN POR UN TIEMPO DE SUS DOLENCIAS
Pérez se levantó feliz esta mañana, porque en lugar de ir al hospital, donde recibe tratamiento por un linfoma de Hodgkin, se fue de paseo.
Esta luchadora, de 13 años, se subió a un bus con otros 71 pacientes de cáncer para disfrutar de juegos y actividades esta semana, como parte del campamento que lleva a cabo la Asociación Lucha Contra el Cáncer Infantil (ALCCI).
“Es la primera vez que vengo y estoy muy emocionada, es muy bonito, aquí no era como me lo imaginaba, es mucho mejor”, contó que sus papás también se pusieron felices de que ella tuviera esa oportunidad y que está disfrutando de nadar y hacer manualidades.
Como María Paula, otros jovencitos tienen historias de valor y lucha contra una enfermedad que los atacó desde muy pequeños y que pone a prueba a sus familias.
Por esta semana y como se ha hecho en los últimos 22 años, voluntarios se ponen la camiseta para darles una semana de diversión segura.
“Esto es una inyección de vida para todos estos chicos que están en tratamiento en el Hospital Nacional de Niños y quienes reciben el apoyo de la ALCCI”, explicó Mayra Peraza, gerente general de la asociación.
Son un equipo. El equipo lo componen voluntarios, oncólogos, un hematólogo, cuatro enfermeras, psicólogos y trabajadoras sociales, todos son un equipo para garantizar la seguridad y las condiciones de salud.
Se hospedan en un hotel en Alajuela, donde los jóvenes pueden disfrutar del campo, la piscina y las actividades que les organizan.
Los dividen en dos grupos para que unos se den un chapuzón y los demás hagan manualidades.
La gerente aseguró que lo que se pretende es brindar calidad de vida y espacio terapéutico para retomar las fuerzas y continuar con su tratamiento.
El financiamiento sale de actividades como 90 Minutos por la Vida y de patrocinadores .
“Tenemos 22 años de hacerlo cada enero y es maravilloso ver los resultados en los chicos”, explicó Mayra.
Cuentan que después del campamento llegan renovados, con ganas de vivir y recibir el tratamiento “que no es tan bonito”.