La Teja

Conejo se acelera en La Guácima

JEREMÍAS BALLESTER ES TODA UNA SENSACIÓN EN LOS PIQUES

- LUIS QUIRÓS lquiros@lateja.cr Jeremías Ballester

logró que los fiebres que asisten al Parque Viva fijaran su mirada en Conejo, su pequeño bólido color naranja lleno de poder y el cual destaca por su velocidad en los piques.

“No es la primera vez que vengo, pero me gusta correr y por eso siempre he tratado de tener mi carro lo mejor posible”, comentó este aficionado de los motores y la adrenalina.

Ballester, quien es vecino de Paso Ancho, en Chepe, tiene cuatro años de asistir regularmen­te al Parque Viva y para destacar le saca el jugo a su veloz Conejo, un Volkswagen MK1, modelo 1978, al que le puso ese nombre porque le llamó la atención.

“Lo compré hace casi cuatro años. En ese momento era muy sencillo, ya que tenía un motor 2000 cc y no tenía nada alterado, pero lo he ido mejorando”, dijo

Su actual chunchito llegó a sus manos después de que le dio a su anterior dueño un poco más del millón de colones.

“Logramos corregirle unas fugas que tenía el motor en los pistones y se le pusieron empaques nuevos. Además está computariz­ado con un Mega 1, tiene llantas y aros nuevos”, destacó el dueño de Conejo.

Jeremías nos contó que nació en Paso Ancho y que después jaló a vivir 10 años en Osa, pero regresó a sus orígenes y ahora no falla cuando le toca salir a picar a La Guácima.

“Siempre vengo con mi papá, Antonio Ballester, y mi novia, Dayana Venegas, a quienes no les preocupa que venga, pero me advierten que lo haga con cuidado. A mi papá también le gusta esto de los piques y la verdad es por él que estoy metido en esta actividad”.

El josefino actualment­e estudia inglés y bretea junto a su hermano en mercadeo.

Al preguntarl­e por el tiempo que le dedica al chuzo, el fiebre contestó: “En realidad todo depende, si es para participar en un interclube­s o en cuarto de milla, me tomo unos 15 días para preparar todo de manera perfecta, pero de lo contrario solo le dedicó un rato los fines de semana”, explicó

Fuera del Conejo naranja que conduce a todo gas en la pista de La Guácima, Jeremías tiene otro carrito para usarlo diariament­e. “Tengo dos carros y a veces lo traigo a La Guácima, pero no lo uso mucho”, comentó el muchacho.

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FOTOS GRACIELA SOLIS El tata de Jeremías, Antonio, es otro fiebre de los piques Jeremías Ballester saca caja con su chuzo El joven tiene al Conejo como un ajito.

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