Sheriff le hace la cruz al banquillo
JAVIER DELGADO QUIERE SER POR MUCHO TIEMPO EL GERENTE DEPORTIVO DE SU AMADA LIGA
quiere estar muchos años en Liga Deportiva Alajuelense, por eso le hace la cruz al banquillo y le pone ganas para crecer en su nuevo puesto como gerente deportivo.
El Sheriff asumió su nuevo puesto el 6 de enero, función que cumple por primera vez en un equipo de fútbol, después de haber sido futbolista y entrenador.
Con el siempre amable y educado exdefensor quisimos hablar de la realidad manuda y de su nueva etapa en la Liga.
–¿Le costó tomar la decisión de ser gerente de la Liga, después de la formaen queusted salió (fue despedido en mayo del 2016 del puesto de entrenadorpor mediode unmensaje WhatsApp)?
–Por lo que me había sucedido no porque yo entendí que eso no había sido la institución, había sido una persona la que había tomado la decisión (de despedirlo).
Loquemásme costó esqueyo he sido entrenador y ahora iba a explorar algo diferente, en un nicho que sí lo conozco porque he tenido muchos gerentes deportivos a mi lado, en Guatemala, Honduras y aquí, entonces lo vi como una oportunidad de estar desde otra perspectiva y no me he equivocado. Lo que uno ha acumulado de campo es muy valioso y se le adhiere lo administrativo, lo gerencial y ya no es solo estar pendiente del equipo.
–¿Cuál puesto lleva más responsabilidad entrenador, jugador o gerente deportivo?
–Todos, lo que pasa es que la responsabilidad es muy distinta. Como jugador la responsabilidad se comparte con los compañeros y con el entrenador.
Como entrenador tiene la responsabilidad total del equipo, de los resultados, de lo bien o mal que el equipo juegue.
Ahora en esto (la gerencia deportiva) hay que ver un todo: lo del primer equipo, estar muy cerca de Nicolás (dos Santos), en contacto con los jugadores y a eso le tiene que adherir el contacto con los dirigentes y le adicionamos la liga menor, además del centro de alto rendimiento, al que hay que sacarle el máximo provecho.
–¿Afectó la salida inesperada de Rubén Israel y poner a Dos Santos como técnico en las derrotas ante Pérez Zeledón y Saprissa?
–No, no. ¿Qué pasó? Yo no estaba en ese momento (cuando Israel seva por un aparente problema de salud), yo llegué cuando Nicolás ya estaba ratificado como técnico.
He visto la evolución del trabajo, se está empezando un proceso nuevo, se lleva un mes, entonces, el equipo empezó muy bien, los resultados dan confianza, pasó lo de Pérez Zeledón, ahora lo de Saprissa; pero yo lo veo como normal en esa búsqueda que tiene el técnico de encontrar su equipo base para que tenga las variantes necesarias.
Para Nicolás es su primera experiencia como técnico en un equipo grande, en un equipo necesitado de títulos y entonces, cuando las cosas salen bien, todo se alegra y cuando no salen bien, hay presión y es parte del aprendizaje que él está teniendo.
–¿Le afecta a Dos Santos ser entrenador hasta ahora?
–Creo que a todos nos afecta, mi historia fue distinta, yo pasé de jugador a técnico casi inmediatamente y hay un derechode piso que pagar, situaciones en las que usted va tomando un aprendizaje.
Probablemente de las equivocaciones es donde usted más aprende, pero todo es un proceso que cualquier persona debe pasar. Nicolás está viendo las diferencias de ser un preparador físico y ser ya la cabeza de un cuerpo técnico en un equipo como Liga Deportiva Alajuelense, pero lo que ha logrado en poco tiempo en cuanto al grupo, el camerino, es muy bueno.
–Ahora que hablamos del camerino, el año pasado Wílmer López y Mauricio Montero dijeron que el camerino de Alajuelense tenía años de estar dominado por un grupo de jugadores que le decían al expresidente Raúl Pinto qué hacer. Usted fue técnico en esa etapa y nunca dijo nada, ¿por qué?
–Porque eso no sucedía o no me di cuenta que sucediera, pero yo siempre mantuve el control (Javier fue técnico entre fi- nales de diciembre del 2015 y mayo del 2016).
Como siempre, hay situaciones que resolver en un camerino donde somos 25 o 30 personas que no necesariamente pensamos igual, pero yo no fui testigo de eso, si no hubiera tomado las decisiones en ese momento.
No puedo responder por el tiempo donde no estuve y lo que estoy viendo es que en este momentoel trabajo, la forma de ser de Nicolás ha sido muy bien acogida por los jugadores, ellos sienten que tienen a un profesional al frente, a una persona que también les habla, les dice las cosas y creo que ese es el camino correcto.
La armonía en el camerino actualmente es muy buena.
–Usted fue el último entrenador en llevar a la Liga a una final, en mayo del 2016. ¿Me puede enumerar tres razones por las cuales la Liga no ha vuelto a estar en una final y alzar el título?
–Es difícil poder hablar de lo que usted no tiene pleno dominio porque hay que estar ahí, pero creo que muchos cambios de entrenador, de jugadores; eso habla de inestabilidad, de la presión de estar buscando soluciones y soluciones, torneo a torneo, porque la exigencia de la afición es mucha.
Cada torneo se empieza con la ilusión de acabar esa sequía de títulos.
Creo que esa presión ha hecho estar cambiando, cambiando y cambiando; eso ha afectado bastante.
–Cuando usted llegó al puesto de gerente, pensamos que por fin llegaba alguien que sí sabe de fútbol a la Liga. ¿Ha pasado que la directiva se ha empeñado tanto en ser campeón como sea, que se equivocó a la hora de fichar? Con Fernando Ocampo en un año y dos meses, se han contratado 24 jugadores.
–Creo que siempre usted va a tomar las decisiones pensando que son las mejores, el tiempo le va a decir si sí o no.
Me ha pasado que he llevado jugadores a distintos equipos e inmediatamente han dado la ta-