Un globo verdiblanco
El candi
dato liberacionista Antonio Álvarez Desanti inició la campaña electoral muy cachetón, pero se fue desinflando poco a poco y al final se quedó fuera de la lucha por la presidencia.
Carlos y Fabricio Alvarado, del PACy PRN, respectivamente, lucharán por la presidencia el domingo 1 de abril.
“El pueblo ha tomado una decisión que no nos es favorable y tenemos que respetarla. Pero eso no significa que las banderas y las propuestas no son buenas, convenientes y necesarias para Costa Rica. Trabajaré muy cerca de la futura fracción (en la Asamblea) para que se implementen las propuestas que hicimos porque este país las necesita”, dijo al aceptar su derrota pasadas las 10 p. m., en el Balcón Verde.
Quedar fuera de la segunda vuelta es un golpe duro para Álvarez, a quien muchos veían como el candidato más fuerte por su experiencia política.
El verdiblanco apareció segundo en el primer corte que dio el Tribunal Supremo de Elecciones, a eso de las 8: 20 p. m., pero sus posibilidades se fueron diluyendo conforme avanzó la noche.
Favorito. El descontento de la mayoría de ticos por el gobierno de Luis GuillermoSolís hizo quemuchos volvieran los ojos nuevamente a un partido tradicional como Liberación Nacional.
El nombre de Álvarez Desanti estuvo liderando las encuestas he- chas por diferentes empresas durante el año anterior.
Haber dejado atrás a otra fuerte figura de la política como José María Figueres lo ponían como el candidato con más posibilidades de sentarse en la silla de Zapote.
En agosto, el verdiblanco presumía de una intención de voto de 25%, sin embargo, a noviembre se vino de pique y cayó a un 15%, empatado con el candidato de Integración Nacional (PIN) Juan Diego Castro con un 15% también.
A partir de eso, todo empezó a derrumbarse para Álvarez Desanti y nuevos nombres como los de Fabricio y Carlos Alvarado y Ro- dolfo Piza empezaron a surgir.
Antonio atribuyó esa caída en popularidad al escándalo del Cementazo, ya que el gusto del pueblo se fue por los partidos que no estuvieran embarrados.
A eso también se le pueden sumar los ataques de Castro, quien en muchas ocasiones señaló al partido liberacionista de corrupto, algo que poco a poco calaría hondo en los votantes indecisos.
A pesar de esto, el verdiblanco siempre se mantuvo luchando y centró sus esfuerzos en prometer 150 mil bretecitos, que sacarían a Tiquicia de la crisis fiscal en que estamos metidos.
Al parecer, ni ese discurso ni el de tener en la Casa Presidencial un político con experiencia bastó para convencer a los votantes, pues Álvarez Desanti quedó en el tercer lugar en estas elecciones, muy lejos de lo que se esperaba de él hace un año.
Álvarez Desanti ha sido dos veces presidente de la Asamblea Legislativa y esta fue su segunda candidatura presidencial, antes estuvo con el partido Unión para el cambio.