Millones para salvar torta
En un históricofallo que determina que el arte del grafiti debe estar protegido por la ley federal estadounidense, un juez de Nueva York otorgó una indemnización de $6,75 millones a 21 grafiteros cuyas obras fueron pintadas de blanco por un inversor inmobiliario en 2013.
El juez Frederic Block otorgó el máximo monto posible por daños y perjuicios, 150.000 dólares por cada una de las 45 obras eliminadas de las paredes del galpón 5Pointz, en Queens.
Durante 20 años el inversor inmobiliario Jerry Wolkoff invitó a grafiteros a intervenir las paredes de este gran complejo industrial, convirtiéndolo según el abogado de los artistas en “el mayor museo del aerosol al aire libre del mundo”.
Pero en 2013Wolkoff cubrió de blanco sus paredes y al año siguiente demolió el edificio para permitir la construcción de lujosas torres residenciales por un valor de 400 millones de dólares.
Sin chance. Los 21 artistas lo demandaron por daños y perjuicios, con el argumento de que antes de la llegada de la grúa demoledora deberían haber tenido la oportunidad de rescatar su arte del edificio aclamado internacionalmente y convertido en atracción turística.
Pidieron a los jurados que consideraran una ley federal poco co- nocida, la ley de derechos de los artistas visuales de 1990, que sostiene que cualquier obra de arte debe ser protegida, siempre y cuando su calibre sea reconocido.
El jurado falló en noviembre pasado en la corte federal de Brooklyn que el inversor inmobiliario violó la ley, pero su decisión no fue vinculante y dejaba al juez la tarea de pronunciar un fallo final. Y al hacerlo, Block elevó de 36 a 45 el númerode obras de arte que ensu opinión tenían la suficiente estatura para aspirar a una indemnización.
Cabezonada. “Si no fuera por la insolencia de Wolkoff, no se habrían evaluado estos daños. Si no hubiera destruido 5Pointz hasta después de recibir sus permisos y lo hubiese demolido 10 mesesmás tarde, la corte no habría hallado que actuó obstinadamente”, dijo el juez.
“La pena es que como 5Pointz era una atracción turística destacada el público hubiese corrido a despedirse durante esos 10meses, para observar las formidables obras de arte en aerosol por última vez”, añadió.
“Hubiera sido un magnífico tributo a los artistas, que lo merecían ampliamente”, añadió.
Eric Baum, abogado de los artistas, se felicitó por la decisión.
“El fallo es una clara indicación de que el arte del aerosol está en la misma categoría que cualquier otro arte, ymerece como los demás la protección de la ley federal”, dijo Baum.