Vestidos tallados van pa’fuera
detener la revolución que lideran las mujeres del mundo del espectáculo.
Tras el alboroto que desató el #MeToo, la actriz alemana Anna Brüggemann ha iniciado en Twitter la campaña #NobodysDoll (la muñeca de nadie), para acabar con el hecho de que a las mujeres se les considera una “cosa” mientras desfilan por las alfombras rojas .
La protesta es en alusión al pró- ximo Festival de Berlín, que se realiza del 15 al 25 de febrero.
Anna está invitando a las actrices a que se dejen en casa los tacones, los vestidos cortos y las prendas ceñidas para que acudan en su lugar con ropa cómoda. Su objetivo es terminar con la mirada machista a las que las mujeres se exponen en galas y festivales, donde están rodeadas de fotógrafos y luces.
La también guionista cuenta con el apoyo de otras intérpretes alemanas de renombre como Lavinia Wilson y Palina Rojinski y de la austríaca Fran- zisca Weisz.
En una entrevista a The Guardian Anna señala: “las alfombras rojas son como retroceder hasta 1950. Se espera que las mujeres se pongan vestidos escotados y tacones imposibles para satisfacer la mirada de aquellos que después juzgarán si son comercializables o no. Ya es hora de que tengamos imágenes de mujeres poco convencionales para admirar”, expresó.
Brüggerman quiere que por fin las mujeres puedan sentirse cómodas con lo que llevan al igual que hacen los hombres, ya que, mientras ellas se pasan tiempo cambiándose de vestidos en los eventos, ellos cierran negocios y discuten temas importantes.
La actriz manifestó que este año usará una falda, zapatillas y un suéter de cuello alto.