Elogiar a los hijos
Para motivar la conducta de los hijos no son suficientes las normas o afirmaciones sobre el comportamiento deseado por los padres y madres.
La única forma de que un niño aprenda una conducta determinada es reforzándola. Una orden o norma que no se refuerza es más difícil que se cumpla.
Algunos padresno creen que deban reforzar a sus hijos por sus comportamientos, mientras que otros no saben cómo o cuándo alabarles y alentarles. Quizá ellos mismos recibieron pocos elogios de sus propios padres cuando eran más jóvenes. Entonces desacostumbrados a esto, tienden a no darse cuenta del valor de alabar las conductas positivas. Sin embargo la práctica de esta buena costumbre mejora el ambiente familiar.
La mejor forma de elogiar es, por ejemplo, alabar inmediatamente si sus hijos hicieron algo bueno como recoger la ropa, estudiar, ayudar, y responder educadamente. Agradecer en ese momento hace que se sientan alegres y con ganas de volver a hacerlo. También ayuda acariciar, y abrazar junto con un refuerzo verbal. Hablar bien de ellos frente a otras personas. Destacar sus virtudes artísticas, deportivas o gustos personales. Brindar sonrisas, contacto visual y asentir con la cabeza positivamente cada vez que descubra a sus hijos hablando con respeto y de manera congruente. Además de evitar risas burlonas o sarcasmos. Es preferible hablar en privado de lo que se puede mejorar.
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