“Necesitamos oraciones”
Difícil operación terminó hoy
Usted podría ir a España y regresarse a Costa Rica y Samuel y Ezequiel Núñez Badilla aún estarían en el quirófano.
No estamos exagerando, sino ejemplificando la magnitud de operación a la que entraron los siameses ticos este viernes.
Esta intervención histórica es para separar a los dos angelitos que nacieron el 11 de diciembre del 2015 pegados de su cabecita.
La cirugía arrancó a las 7:30 a. m. en el Hospital Nacional de Niños, llevada a cabo por un grupo de por lo menos, 20 especialistas, según la poca información que envió la Caja sobre el caso, debido a que los padres de las criaturas así lo pidieron.
Lo último que informó la entidad de salud fue que en la operación participaron cerca de 20 personas entre neurocirujanos, cirujanos reconstructivos, anestesiólogos, auxiliares de sala, circulantes, enfermeras, instrumentistas y personal de aseo.
Ellos trabajaron en dos quirófanos y divididos en dos grupos.
El último comunicado que envió la Caja fue a las 5:11 p. m., avisandoquela cirugíaaúnestabaen curso y que podría extenderse hasta horas de la madrugada. Agregaron que informarían cuando terminara.
Los papás le pidieron al Hospital de Niños y a la misma Caja que por favor evitaran dar información hasta que la cirugía terminara y que ellos tampoco querían tener contacto con la prensa durante la operación.
Solo piden oraciones. Sin embargo, La Teja logró conversar con la madre de los siameses, doña Evelyn Badilla, quien muy amablemente nos atendió una llamada telefónica a las 10:30 a. m. de este viernes.
Badilla venía saliendo de una misa que comenzó a las 9:30 a. m. en la capilla que está dentro del Hospital de Niños.
“Necesitamos muchas oraciones, necesitamos un milagro, solo nos queda rezar”, dijo la madre de los siameses.
Ella fue acompañada por su esposo y varios familiares y el tono de voz que proyectaba por el teléfono era indescriptible. No estaba llorando, era como una mezcla de entre nervios, angustia... ansiedad. “Nos sentimos serenos, pe- ro con nervios. Ellos gracias a Dios ingresaron a la cirugía bien sanitos”, contó la mamá.
Según nos contó Badilla, afuera del hospital había cualquier cantidad de medios de comunicación, por lo que si lehablaba auno, tenía que hablarle a todos y ella solo quería pedirle a Dios, tranquila, que todo saliera bien.
La primera. Esta es la primera operación de esta magnitud, ya que la que les practicaron a las siamesas Karen yKarol, en 1985, fue distinta porque ellas estaban unidas por el tronco. Aunque también fue bastante compleja porque ellas compartían una porción del hígado y sus dos corazones estaban entrecruzados.
La Caja también informó que, debido a lo delicado de la intervención, participaron losmejores profesionales en la materia que hay en el país, así como también se le consultó a uno de los mejores especialistas de los Estados Unidos.
Además, según comentó Olga Arguedas, directora del Hospital de Niños, a los pequeños se les realizaron varios exámenes antes de la operación como tomografías y resonancias magnéticas para ver que todo estaba bien. Largo camino. Aunque la operación para este par de angelitos es larga, fue más largo el camino para llegar a ella.
Primero comenzaron con exámenes para determinar si los bebés, además de estar unidos en sus cabecitas, también compartían parte del cerebro, ya que eso iba a determinar la posibilidad de la operación.
Una vez que se supo que los cerebros estaban separados (eso se tenía que confirmar en la cirugía), había que comenzar con el proceso de los expansores de piel.
Los médicos les colocaban a los pequeños, cada cierto tiempo, piel con suero en la cabecita para ir estirando esa piel, la cual serviría para cubrir el espacio que quedará libre luego de la operación de este viernes.
Tuvieron que colocarles cinco expansores, lo que significó una operación por cada uno de ellos.
Uno de los expansores tuvo que esperar más de la cuenta, ya que el día que se los iban a colocar, el 15 de junio del año pasado, una infección retrasó la operación.
Quince días después de eso, cuando ya les había pasado la infección tuvieron que devolverse para la casa, ya que no había campo en el hospi para el tratamiento.
20 personas participaron en la operación