Chepito y las molestadas
Es impresionante todo lo que hemos ido sabiendo del niño Sebastián Díaz, de 12 años, después de que su vida terminara trágicamente cerca del Liceo de Costa Rica, donde estudiaba.
Por ejemplo, leí en La Teja que desde que tenía 10 años colaboraba solidariamente con una fundación que ayuda a personas de la calle. Le encantaba ir y cuando su mamá no podía llevarlo, buscaba la forma de que otra persona lo llevara.
Supimos también que lo molestaban por su estatura, algo por lo cual nadie nunca debería sentirse mal, es solo una parte de las diferencias que nos definen. Igual nadie debería sentirse mal por la forma de su nariz, de su cuerpo, por sus gustos, por el color de su pelo, de sus ojos, el tamaño de sus pies o por su orientación sexual.
Las diferencias, tanto en los niños como en los adultos, son lo que le ponen condimento a la vida. Nadie imagina un mundo en el que todo sea igual, uniformado. Eso debeser una pesadilla. Esimposible pensar en una realidad así.
Los papás de niños en crecimiento deben estar muy cerca de ellos para recordarles que son especiales y que no permitan que las burlas de sus amiguitos o compañeros de clases les afecten el ánimo o la autoestima.
Ese es un deber que tienen con sus retoños para que pueden crecer seguros, fuertes y libres. Eso podría salvarles la vida en momentos de dificultades.