SIN CARRO, PERO EN MADRID
el periodista Kevin Barrantes publicó en su Facebook que tiene en venta su carrito, que con mucho esfuerzo compró para poder cumplir su sueño.
El comunicador, de 26 años, jaló del país en octubre pasado con rumbo a Madrid para cursar una maestría en la Escuela Universitaria Real MadridUniversidad Europea. Antes de eso, el oriundo de Ciudad Colón trabajó durante varios años en Teletica Deportes.
Según cuenta, ha crecido como persona y como profesional al codearse todos los días con verdaderas estrellas del fútbol y de la comunicación.
A Kevin no le molesta tener que pellejearla por todo lado, vender las cositas que se había comprado y estar lejos de la familia porque sabe que todo ese esfuerzo vale la pena cuando tiene lugar privilegiado en partidos de la Champions, entre- namientos y juegos del Real Madrid y muchas experiencias que vive cada día en Europa. Es corresponsal en Europa de la cadena Univisión y de Teletica, donde asegura que dejó las puertas abiertas y buenos amigos.
–¿Cómo es estar en la universidad del Real Madrid?
Impresionante, nos dan clases trabajadores directos del Real Madrid, me ha tocado recibir lecciones con el jefe de prensa en Valdebebas (campo de entrenamiento ). Nos explican cómo funciona la marca, también tenemos oportunidad de asistir a los partidos como miembros de prensa, a los entrenamientos y a actividades especiales de todas las plataformas del Real Madrid. Si uno es bueno hasta puede hacer práctica profesional en el equipo, no es remunerado, pero tiene mucho valor para uno.
–¿Cómo llegó allí?
Pedí un préstamo con Conape para pagar la maestría. Ellos son muy proespañoles y no dan becas a los latinos. Tengo que pagar alimentación, hospedaje y la maestría. Imagínese que ya hasta que tuve que poner a vender el carro allá en Costa Rica para mantenerme más tiempo por aquí.
–¿Qué es lo más caro?
El hospedaje, por vivir en el centro de Madrid. Alquilo un piso con un italiano odontólogo y pagamos 400 euros cada uno (casi ¢280 mil) por algo pequeño.
–¿Qué tan difícil han sido los sacrificios?
Ha sido más fácil de lo que esperaba porque siempre he vivi- do con mis papás y ahora me ha tocado desarrollarme como persona, hago las compras, lavo mi ropa y todo lo demás. Me ayuda a crecer como persona.
–¿Sabía cocinar?
Hice un curso de cocina antes de venirme, siempre me ha gustado, pero no tengo tanta destreza. Cocino simple, aquí venden las ensaladas listas y muy baratas y compro carne o pollo, también el italiano me ha enseñado a hacer pasta. Me ha hecho falta el gallo pinto porque no consigo los frijoles que hay allá.
–¿Qué cosas le han sor- prendido?
Me llama la atención que los españoles fuman demasiado, en la calle, en el estadio o donde estén, termina uno como fumador pasivo.
–¿Diferencias entre el periodismo de aquí y de allá?
No se sataniza que un periodista muestre sus colores, más bien les gusta. La radio es impresionante, tiene un músculo enorme y estilos muy variados. Por dicha he podido tener contacto con prensa escrita, radio, tele y redes sociales. En Costa Rica se es muy tranquilo para preguntar, pero he aprendido que cuando algo no está bien hay que preguntarlo. No les interesa el amiguismo porque cuestionan lo que la gente quiere saber. –¿Aplicará eso cuando regrese?
Ya hay cosas que he ido aplicando. De hecho, en los fogueos que tuvo la Selección en Europa le pregunté al Machillo (Ramírez) por qué jugaron tan mal, algo que había sido obvio y a él no le gustó, aquí el pe- riodista es mucho más confrontativo.
–¿Cuándo tiene pensado volver?
Me propuse hacerlo con bastante experiencia y conocimiento. El máster termina en junio y después de eso tendré que buscar opciones, por eso he tenido que tomar decisiones drásticas como lo del carro. Tengo visa de estudiante y cuando se venza habría que ver, quiero quedarme .
–Dejando al periodista de lado, ¿qué se siente poder estar en esos eventos tan importantes del mundo del fútbol?
Es indescriptible, la primera gran experiencia que tuve fue una final de Champions, en el 2016 y ahora he podido vivir grandes partidos a nivel de gramilla, estar a dos metros de mi jugador favorito como lo es Cristiano Ronaldo o tener entrevistas exclusivas con figuras como Arturo Vidal. Tomo fotos mentales porque uno las pensó, las deseó, pero no contaba con cumplirlas.
Tomo fotos mentales de estas experiencias porque las pensé, deseé pero no contaba con cumplirlas”