Capitán presintió su muerte
PESCADOR NARRA PESADILLA QUE VIVIERON A LA DERIVA
Aunque solotenían cuatro días a la deriva, el capitán Florencio Vásquez ya sabía que nunca más volvería a su amado Golfito, sin embargo, también sabía que aún había esperanza para los tres pescadores que viajaban con él, por eso les pidió que no se rindieran hasta ser rescatados.
Así lo recordó Audiel Rivas, uno de los tres pescadores que pasaron 10 días a la deriva en aguas del Pacífico, y que finalmente este martes volvió a Tiquicia para reencontrarse con su esposa y sus tres hijos.
Rivas dijo que él y sus compañeros VíctorVillegas y JorgeFernando Chavarría vivieron una verdadera pesadilla, la cual no se la desearía ni a su peor enemigo.
Mala suerte. Salieronde Golfito el 9 de febrero abordo del barco Bismarkp, pero tres días después la suerte les jugó una mala pasada, pues la embarcación fue impactada por un rayo el cual alcanzó a dañar el arrancador, el cual nunca pudieron arreglar.
“Cuando nos dimos cuenta de lo ocurrido estábamos cerca de la Isla del Coco, utilizamos un teléfono satelital y avisamos a las autoridades, pero no nos dieron pelota o al menos así lo creímos nosotros”, dijo.
Al verse abandonados en medio de la nada, los pescadores decidieronrendir lo más que pudieran las provisiones que llevaban, sin embargo, la comida y el agua se fueron acabando más rápido de lo que esperaban.
“Lo primero que hicimos fue no desperdiciar los alimentos y el agua. Esta sí se nos terminóy tuvimos que utilizar agua derretida del hielo que llevamos. En los días entre todos nos dábamos ánimo y orábamos, por la noche quemábamos cobijas para que algún barco o avión nos pudiera ver”, contó.
Como si quedarse varados en mediodel mar no fuera lo suficientemente malo, Audiel recordó que a los días la salud de don Florencio se fue deteriorando.
“Se nos enfermó don Florencio Vázquez, nuestro querido capitán. Creo que se deprimió mucho y también como padecía de diabetes optó por reducir el uso de insulina para rendirla. Nosotros nos turnábamos para dormir con él y así cuidarlo”, contó.
Difícil adiós. La mañana del 25 de febrero la tripulación vivió el capítulo más triste de la dura historia. Ese día perdieron a su querido capitán.
“La mañana del 25 de febrero me levanté como a las 4 de la mañana, salí por la proa y vi cuando el capitán se cayó al mar, de inmediato llamé a mis compañeros y Jorge se lanzó y lo rescató. Lo subimos y le dimos maniobras de resucitación pero todo fue inútil”, dijo con voz quebrada el pescador.
La muerte de Vásquez trajo a la mente de Audiel un recuerdo, precisamente fue un comentario que el mismo capitán hizo pocos días después de que quedaron a la deriva. “Al cuarto día don Florencio mehabía dichoque él sabíaquesería el primero en morir, pero que nosotros lucháramos con todo, fue algo muy triste ver morir a un amigo”, añadió.
En medio de la tristeza por la muerte del capitán una llamada hizo que la esperanza volviera a los pescadores. Una voz que no pudieron reconocer les dijo que un avión los había visto y que dio las coordenadas de donde se encontraban, por lo que era cuestión de horas para que los rescataran.
Duro momento. El pescador recordó que fueron recogidos por un enorme barco mercante, pero no todo fue bueno, pues él y sus compañeros tuvieron que fajarse, dado que el capitán del barco no quería llevarse el cuerpo de Vásquez.
“Durante dos horas conversamos, el asunto era que no querían llevar el cuerpo del capitán, noso- tros acordamosde que si no lo llevaban no subíamos, no nos íbamos a ir sin nuestro capitán”.
Rivas y sus compañeros pasaron dos días en el barco hasta que llegaron a Puerto Esmeralda, en Ecuador, donde fueron recibidos por personal de la embajada tica.
“Ayer (martes) cuando llegué a mi casa lo primero que hice fue abrazar y besar a mis tres hijos y a mi compañera, por algunos momentos pensé que ese momento no llegaría”, contó.
Audiel dijo que desde que llegó anda buscandotrabajo, pues vive de la pesca y sabe que si no vuelve al mar nadie le va a mantener a su familia.
Quiero que por favor nos ayuden a traer el cuerpo de nuestro capitán y darle sepultura”.
AUDIEL RIVAS
PESCADOR