Chepito y la leña a la hoguera
“Estado cómplice”, “Iglesia Machista”. Con esta y otras “bellezas” fueron manchadas iglesias católicas y hasta la estatua de Juan Pablo II, ubicada a un costado de la Catedral, bella obra de Jorge Jiménez de Heredia.
Y entre las responsables de este “cultural” y “educativo” vandalismo están las hijas del exministro de Cultura, Manuel Obregón. Deesta forma terminó la marcha para conmemorar el Día Internacional de la Mujer la noche del pasado jueves. Lógicamente fue una pésima forma para rendirle tributo a las grandes mujeres de este país y del mundo, y por otro lado, ese vandalismo llega en momentos en que atravesamos una campaña política muy caliente por los temas religiosos y de género.
Lo importante es que los ticos comprendamos que ese pequeño grupo, que agita aún más las aguas electorales con miras a las votaciones presidenciales del Domingo de Resurrección, no representa el pensamiento de todos los costarricenses.
Esos vándalos no los mandó Carlos Alvarado, candidato del PAC, a irse contra la Iglesia. Tampoco es gente de Fabricio Alvarado, de Renovación Costarricense, quienes elaboraron una macabra estrategia para hacer ver a Fabricio y sus partidarios como víctimas. Los responsables ya están claramente identificados y sus delitos muy bien tipificados en el Código Penal. El castigodebe llegar porque el respeto es una de las bases de un pueblo democrático.