CAÍDA DE VIDA O MUERTE CREO QUE...
Cuando el paciente y sus familiares escuchaban el diagnóstico de que se había quebrado la cadera, normalmente sentían que les estaban dando una sentencia de muerte y, según afirman los médicos, hasta hace unos 20 años esta afirmación no estaba lejos de la realidad.
Gracias a los avances médicos y a que se creó una mayor consciencia de la importancia de su tratamiento, las posibilidades de sobrevivir hoy son mayores.
Antes, tres de cada diez adultos mayores que se quebraban la cadera fallecían, hoy esa cifra bajó a uno de cada diez, explicó el médico ortopedista Roberto Blandón.
“Las caderas son articulaciones que no tienen protección muscular y como las personas mayores de 60 años tienen menos minerales en los huesos por la osteoporosis, el hueso se vuelve más frágil. Junto con el sedentarismo y la presencia de enfermedades crónicas como la diabetes, hipertensión y la obesidad, aumenta el riesgo de este tipo de lesión”, comentó el doctor Carlos Palavicini, ortopedista del Hospital La Católica.
¿Cómo prevenir? Los geriatras del hospital Raúl Blanco Cervantes, Cynthia Villalobos y Fernando Morales, piden prevenir lo más posible las caídas en pacientes de 75 años en adelante.
La doctora Villalobos explicó que las personas que comparten la casa con un abuelito deben estar más atentas a los obstáculos. Si viven en una planta alta hay que poner barandas en las escaleras y cinta antideslizante en cada escalón; asegurar las alfombras y mejorar la iluminación para que puedan ver bien por dónde caminan por las noches.
Otro consejo es que las camas no sean muy altas, para que no les cueste subir y bajar de ellas.
Algunos adultos mayores toman medicamentos para dormir, pero al levantarse a orinar están somnolientos y eso facilita que se caigan.
En el caso de convivir con nietos o niños pequeños, los chiquitos a veces dejan sus juguetes tirados en el piso y los señores puede que no los vean y tropezar.
Salir soplados. Los médicos consultados coincidieron en que la rapidez en la atención vale oro.
“Si no atendemos una fractura de cadera a tiempo es más difícil el tratamiento y el proceso de recuperación también se complica”, explicó la doctora Villalobos.
Palavicini fue enfático en que la atención de una fractura de este tipo debe ser idealmente en las primeras 24 horas de ocurrida.
“El paciente debería llegar al hospital, que le estabilicen el azúcar y la presión, hacerle los exámenes preoperatorios y operarlo de inmediato. Eso es lo que le va a salvar la vida. Al día siguiente de la operación ya está sentado y en el mejor de los casos dando pasitos con andadera”, agregó Palavicini.
Las probabilidades de sobrevivencia actuales se deben a los avances tecnológicos y a que los médicos saben de la importancia de una rápida atención. El tratamiento posterior incluye medicamentos anticoagulantes y antibióticos, para prevenir complicaciones como una trombosis.
Antes era bastante común que quien se quebraba la cadera se muriera por un coágulo de sang reque se le fuera al cerebro, úlceras por presión, infecciones pulmonares y la inmovilización que les provocaba incontinencia urinaria y hasta estreñimiento.
La recuperación total tarda entre dos a tres meses.
Ojo al Cristo. La doctora Villalobos comentó que en algunos casos los adultos mayores se caen y no sienten dolor de inmediato, sino es hasta los días que vemos que ya no camina y que una pierna está más corta que la otra. Además, se presentan algunos delirios, no relacionados con demencia.
El dolor es muy fuerte y se le tuerce la pierna hacia afuera. Cuando la fractura es completa, no se puede sentar ni cami-
nar, si es incompleta sí podrá hacerlo.
Así que si un adulto mayor se cae por la noche, es mejor revisarlo y estar pendiente en las próximas horas de su desenvolvimiento.
Eso sí, los menos propensos a caerse son los abuelitos que viven con su familia. Los más vulnerables son los que están internados en un asilo o en el hospital.
Para prevenir el debilitamiento de los huesos Palavicini aconseja asolearse, consumir vitamina D y ejercitarse, el solo caminar ayuda.
Las mujeres son más propensas a la osteoporosis que los hombres, por la menopausia, por lo que están en mayor riesgo de fracturarse.
Tener un ahorrito. El doctor Palavicini nos contó que una operación de cadera en el servicio privado cuesta unos ¢3 millones, y le recomendó a los adultos mayores con posibilidades económicas o a sus hijos, siempre tener un fondo para la atención médica.
“Entre más tiempo pase la persona quebrada en el hospital en espera de ser operada más riesgo de muerte tiene. El paciente se va descompensando y es más difícil pasarlo a cirugía”, explicó el ortopedista del Hospital La Católica.
¿Por qué se complica? La fractura hace que se alojen entre uno y dos litros de sangre en la cadera y esa pérdida de sangre es fatal para un adulto mayor.
“Se le descompensa la presión arterial, la diabetes, los riñones, se deshidrata y empieza a decaer su salud”, agregó Palavicini.
La operación para corregirla consiste en colocar un pin en la cabeza del fémur, un semire emplazo o el reemplazo total de cadera mediante una prótesis.
No sobrevivió. Marvey Smith, era una una adulta mayor limonense de 92 años, sufrió una caída el 14 de febrero del 2007 y un mes y tres días después falleció.
Así nos contó su nieta Carmen Monterrosa, quien recuerda que “Naná”, como le decían, se quebró la cabeza del fémur y la trasladaron al hospital Calderón Guardia donde la operaron, pero en vez de ponerle una prótesis, le dejaron la pierna sin ningún pegue, por lo que esta le quedó suelta y más corta. “El 17 de febrero la regresaron al hospital limonense donde estuvo internada hasta el día de su muerte. De tanto estar acostada, le dio una trombosis”, recordó Carmen. Antes de esa caída, Naná era una mujer sana y lúcida, pese a su edad. No padecía diabetes ni presión alta.