Chepito y los buses sin estrés
Muy bonita la iniciativa que hubo el miércoles, como parte de la semana de las Buenas Acciones, de cobrar una sonrisa para subirse a un bus que estuvo cubriendo la ruta Sabana-Estadio.
Además de las sonrisas, la música y el baile eran parte del trayecto en que el estrés fue al único que no dejaron subirse. El que fuera escogido un bus, para llenarlo de buena vibra, me pareció una decisión muy atinada, sin embargo, lo que sucedió a lo largo de esa ruta desgraciadamente es lo más alejado de lo que viven pasajeros y choferes día a día. Qué bonito sería que el chofer del primer bus que agarramos para ir al trabajo, o cualquiera que sea nuestro destino, nos recibiera con una sonrisa, con educación. O que el primer pasajero en montarse no sea precisamente el más malamansado que le hace tirada la plata. ¿Cómo queremos choferes sonrientes, serviciales, después de al menos doce horas diarias detrás de un volante, manejando entre presas, insultos, bochornos, aguaceros, más el aterro de conflictos personales que cada uno maneja, sin sumar el temor de ser asaltados?
La bonita experiencia del miércoles debería repetirse, pero encaramando a los autobuseros, para ver si se les ilumina el bombillo y dejan de pensar solo en alzas en las tarifas, y en sus beneficios, y mejoran las condiciones laborales de los choferes, lo que directamente influirá positivamenteen la mayoría de usuarios.