Alto a la violencia contra las mujeres (II Parte)
Los propósitos. Continuamos con este doloroso tema sobre la violencia contra las mujeres. En los evangelios vemos al Señor en su trato con las mujeres, su cercanía amorosa y misericordiosa. La dignidad y el valor que siempre reconoció en ellas debe hacernos meditar sobre el papel de la mujer en la Iglesia y en la sociedad.
Con el papa Francisco, hay que recordar a las comunidades donde todavía arrastran estilos patriarcales y machistas que en el Evangelio comienza con la genealogía de Jesús, subrayando a mujeres que marcaron tendencia e hicieron historia.
El modelo que nos ofrece San José en la Sagrada Familia es uno muydistinto al que el mundo presenta y promueve hoy: San José es un hombre justo, que no dejó nunca que el orgullo, las pasiones y los celos lo arrastraran más allá de su confianza en Dios.
Duele en el alma cada vida perdida de manera violenta. Sueños y proyectos truncados, hijos desamparados, familias partidas… ¿Cuánto dolor cargamos como sociedad? ¿Cuánta sangre más es necesaria para detener esta tragedia?
Se mata con cuchillos y pistolas, pero también se le mata obstaculizando su desarrollo, poniendo trabas a su formación, considerándolas incapaces de asumir puestos de decisión, pagándoles menos por el mismo trabajo, relegándolas de la política y desacreditándolas con chismes y ha- bladurías.
Nuestra sociedadestá enferma de violencia, la cual nace en los hogares y se reproduce en patrones negativos de generación en generación. Es necesario por que toda acción para luchar contra la violencia tenga de eje a la familia, devolviéndole el carácter de formadora para la paz que debe de tener.
También en la Iglesia, muchas veces hemos subvalorado a las mujeres en nombre de un obstinado clericalismo que desconoce el lugar protagónico del laico en la evangelización, y más si es mujer.