La Teja

Lo ponen de pie ante la vida

NIETAS SON EL MOTOR DE ABUELO SOBREVIVIE­NTE

- ✦ ALEJANDRA PORTUGUEZ MORALES alejandra.portuguez@lateja.cr

Emily Alondra Pérez García y Luciana Guerrero García, son las dos mujeres que ponen de pie a Wenceslao García Rodríguez, de 48 años. Ellas lo llenaron de vida y este valiente lo da todo por tenerlas a su lado.

Ellas son dos bellezas, de dos años, que sacudieron el alma de Wenceslao a finales del 2015; ambas le terminaron de enrumbar la vida a su abuelito quien había sufrido un violento acci- dente la mañana del martes 20 de enero del 2015.

Ese día él viajaba en moto hacia su trabajo como mensajero, cuando un conductor de un carro lo atropelló y lo mandó al hospital durante varios días donde le amputaron una pierna. Estando internado supo de la llegada de su primer nieta, Emily. Para él ya era una hermosa noticia. Pero, como si fuera poco, otra de sus hijas le confirmó, a los dos meses del accidente, que el regalo era doble y que también venía en camino Luciana, prima de Emily. Fueron esas noticias las que lo inyectaron para seguir disfrutand­o de la vida y asegura que son su motor para vivir, tanto que les pedía a los doctores que le quitaran la pierna si ya no servía.

García lo que quería era agilizar el tiempo para estar bien el día del nacimiento de sus dos pequeñas nietas.

Conductor invadió carril. Este sobrevivie­nte, vecino de Los Ángeles de Atenas, recordó que el día del accidente debía llegar al centro de Alajuela, donde laboraba. Siempre se iba por calle vieja para salir a Manolos, pero antes de llegar al puente de la represa en Balsa de Atenas, un conductor invadió el carril y lo chocó. García sintió un fuerte golpe en la pierna y luego cayó cerca de una cuneta.

“Eran las 8 de la mañana, el camino estaba despejado de vehículos, en una curva me topé un carro en mi carril, le di gas a la moto, pero siempre me tocó”, recordó García.

Estando tirado en el suelo, vio que el zapato izquierdo se le había caído; sin embargo, no se percató que el golpe le había arrancado el dedo gordo y el segundo de ese pie.

“Recuerdo que dos ambulancia­s me llegaron a auxiliar, me tuvieron que inyectar morfina porque el dolor era muy fuerte, ahí me di cuenta que no tenía los dedos, me llevaron al hospital de Alajuela, cuando llegué me topé a mi mamá, quien andaba en una cita y muy asustada me preguntó qué había ocurrido, para tranquiliz­arla le dije que solo eran unos dedos y que me los iban a pegar, pero el dolor en la pierna era insoportab­le”, recordó.

Ese mismo día los médicos le dijeron que debían amputarle la pierna porque estaba muy destruida, pero antes hicieron hasta lo imposible por salvarla, a los 14 días siempre se la amputaron.

“Mela cortaron de la rodilla para abajo, pude usar prótesis y fue fácil volver a caminar, solo tenía ganas de vivir”.

Mencionó que el responsabl­e del accidente fue un norteameri­cano de apellido Loving, quien nunca se hizo cargo de las consecuenc­ias.

“De acuerdo con mi abogado, el extranjero andaba un carro rentado y luego del accidente hasta se fue del país, seguro para no afrontar cargos”.

Debido al accidente García tuvo que ser pensionado por incapacida­d. Pero si tiene que hacer algún arreglo en su casa lo hace, además practica deportes.

Si usted desea meterle el hombre a este luchador puede comunicars­e al 88659055.

WENCESLAO GARCÍA SOBREVIVIE­NTE

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CORTESÍA Luciana y Emilia le dan sentido a la vida de su abuelito.
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