“Como pocos”
La psicóloga especialista en familia, María EsterFlores, asegura que ante una situación similar a la que vivieron los papás del guerrero Daniel León, quien desde hace once años lucha con un padecimiento que lo llevó a recibir un trasplante de médula ósea, lo normal es que el papá salga corriendo y comience otra familia, dejando a la mamá botada con toda la carga.
“Me encanta que me cuenten este caso porque como ellos, pocos casos. Lamentablemente en la mayoría de situaciones en que se da una situación especial de salud con algún hijo, lo que normalmente atiendo son hogares despedazados porque el hombre no supo afrontar la presión y prefirió irse”, afirmó.
La experta explica que cuando se viene el golpazo en el quebranto de salud o nace un niño especial, los matrimonios atraviesan una situaciónmuydura que se prolonga al menos siete meses, dice que si la pareja logra superar ese tiempo, es probable que sigan juntos y se unan mucho más como familia, como esposos, pero eso casi no pasa y a la mujer le toca sufrir su matrimonio despedazado y apoyar a su hijo con dificultades de salud.
“Los matrimonios que se mantienen logran llegar a niveles que jamás habían conocido de unión en la relación porque se dejan como personas para iniciar un nuevo proceso como padres profundamente entregados, se dejan los egos y se vive a corazón abierto. Crecen demasiado, son hogares casi de acero, de ahí en adelante es casi imposible que se separen porque comprenden que ya vivieron algo durísimo y no hay nada que los derrumbe”, concluyó la especialista.