Ramos de APOYO
“Doctor, tengo una muy buena amiga ala que quiero muchísimo y he tratado de ser como una hermana para ella. Sin embargo, ella me invitó a su graduación de la universidad y no pude acompañarla, porque no me dieron permiso en el trabajo, además, había sacado unos días libres antes y ella me avisó tarde. Ella me dijo que me odiaba, que cómo la iba a dejar sola en un momento así y desde entonces no me habla y esto me parece injusto”.
1. Partiendo de lo que me escribe, claro que me parece injusto. No podemos medir a una persona por las cosas que nos hace o no en un hecho específico sino por el afecto que hemos construido y en una relación de amistad. Creo que tiene que existir la suficiente objetividad para entender cuando algo no se le puede dar a la otra persona, la amistad no supone una entrega desproporcionada y desmedida.
2. Usted no la pudo acompañar porque tiene un horario de trabajo y no dependía de usted, dependía de un permiso en el trabajo, y la verdades que en un trabajo no están en la obligación de darle libre para queacompañe asu mejoramiga a una graduación.
3. La reacción de su amiga de desaparecer, de cortar la comunicación, bloquear y cortar una relación que describe como con una hermana, de forma tan radical, a mí me hace pensar que su amiga es demandante, caprichosa y que su manejo emocional quizá sea un poco desorganizado.
4. La amistad no supone entregarlo todo por encima de las consecuencias negativas que podamos tener simplemente, no podía ir y sacó unos días libres para descansar, usted tenía derecho, y si no pudo pedir el permiso tampoco estaba en la obligaciónde hacerlo. Creo que esto también le sirve para evaluar si tenía una relación de amistad equilibrada.
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