La esperanza de un país
¿Quétipode mandatoledael pueblo a un presidente? Antes de responder, encomendamos a Dios, al señor presidente, don Carlos Alvarado, a la primera dama, sus vicepresidentes, ministros, y a todos los funciona- rios que trabajan en este gobierno. Igualmente, oramos a Dios por los nuevos diputados que han iniciado sus funciones. Para todos estos servidores de la Patria, pedimos también la intercesión de la Santísima Virgen María.
Ahora sí, tras una vida democrática prolongada y reconocida a nivel mundial, la sucesión en el poder es muestra de madurez, de un estilo propio de vida que Costa Rica escogió. A partir de ahí, un primer mandato para el presidente: ejercer el cargo con responsabilidad, dada la confianza del pueblo que mayorita- riamente pone en sus manos el rumbo del país. En segundo lugar, un mandato que debe ejercerse con madurez, es gobernar también para aquellas personas que optaron por otras opciones políticas y, por tanto, en un gobierno para todos y en el anunciado gobierno de unidad nacional, también depositamos esperanzas. También hago un llamado a las nuevas autoridades para que, asumiendo y respetando la identidad de este país, sepa fortalecer los valores que siempre nos han caracterizado, y no se deje llevar por modas o corrientes que pretenden borrar las huellas que han hecho grande a Costa Rica y que se han construido, bajo el principio del diálogo.
En esta dinámica de la idiosincrasia costarricense, la voz de todos es muy importante, incluso la voz de Dios. Por cuatro años, don Carlos Alvarado asumirá las riendas del país atendiendo un juramento constitucional ante Dios y prometiendo a la patria la defensa de la Constitución y las leyes de la República. Por ello, depositando la confianza en Dios, y trabajando todospor unaCostaRica mejor, la esperanza de todo un país se deposita en su gobierno.