La Teja

Marcas para recordar

MAMÁ SOBREVIVIÓ A TERRIBLE ACCIDENTE

- ✦ ALEJANDRA PORTUGUEZ MORALES alejandra.portuguez@lateja.cr

“Una muñeca remendada”, así es comoMayra Johanna Calvo Gutiérrez dice que se ve a veces.

Esto lo piensa por las cicatrices que le dejó un camión repartidor al atropellar­la. Sin embargo, reconoce que esas marcas le recuerdan que aún puede seguir disfrutand­o de sus tres hijos y la hacen agradecer que está viva.

Esta mujer estuvo al borde de la muerte el 3 de abril del 2017, cuando viajaba de acompañant­e en una moto con su compañero sentimenta­l, Michael Godínez.

Delante de ellos iba un camión zigzaguean­do, por lo que intentaron pasarlo, pero en la maniobra el chofer los impactó.

“En mi memoria aún está cuando abrí los ojos y vi las llantas del camión dando vueltas cerca de mi cabeza. No sé cómo mi esposo me logró jalar y así evitó una tragedia, el brazo derecho fue el que más resultó afectado, porqueuna piedra me hizo un hueco en el codo y toda la palma de la mano me quedó destruida”, recordó esta mamá. Mencionó que en ese momento el mundo se le vino encima, pues con sus manos preparaba comidas para vender en su comunidad, lugar donde también ocurrió el accidente, en La Teresa de Guápiles. “Pen- saba en qué debía hacer para seguir ayudando con las necesidade­s de mi familia, fueron momentos fuertes, pero le agradecía a Dios por la segunda oportunida­d, mi esposo fue un ángel y mis tres hijos me llenaban de fuerza, sabía quealguna solución nos llegaría”, dijo.

53 puntadas. Mayra tuvo que soportar tres cirugías para que le reconstruy­eran la palma de la mano, durante el proceso le hicieron

53 puntadas y actualment­e dice que la mano no tiene fuerzas.

“La primer operación fue la más dolorosa, porque los doctores me jalaban la piel como cuando preparan una pizza, que la jalan hacia los lados, eso dolía mucho”, expresó.

Aseguró que la mantuviero­n internada en el hospital de Trauma, donde la atendieron muy bien, pero durante esos días no dejó de pensar en sus hijos Kendall, de 12 años, Kevin, de 10 y Keyner, de 4.

“Me preocupaba por ellos y temía por el menor, ya que durante ese tiempo le daban ataques de asma, me preocupaba que mi marido lo tuviera que sacar al Ebais y a los otros dos les pasara algo, en fin, yo estaba muy mal, pero mis hijos eran mi preocupaci­ón y por ellos lloraba”, mencionó.

Actualment­e Mayra no vende comidas, pues se golpeaba mucho la herida y se la lastimaba, entonces ella se la ingenióen vender ropa de segunda y así ayudar a su esposo con los gastos de la familia.

Perdón. Esta mamá dice que no le guarda rencor al chofer del camión, pero aún recuerda las palabras que le dijo: “perdón, perdón es que estaba aprendiend­o a manejar”.

“Considero que ese actuar fue muy irresponsa­ble, mecambió la vida, ahora me dan miedo las motos y cuando escuchó un camión me asusto. Solo le digo a los motociclis­tas que anden con cuidado, muchas veces se confían porque conocen lamoto, pero hay que tener en cuenta que no conocemos a los demás choferes”, dijo la sobrevivie­nte.

Mayra mencionó que después del accidente ve su vida como una segunda oportunida­d y disfruta más a su familia, a pesar de tener limitacion­es con la mano derecha.

 ?? CORTESÍA MAYRA CALVO ?? Mayra aprovecha aún más el tiempo con Kendall, de 12 años, Kevin, de 10 y Keyner, de 4. La reconstruc­ción de la mano derecha necesitó 53 puntadas.
CORTESÍA MAYRA CALVO Mayra aprovecha aún más el tiempo con Kendall, de 12 años, Kevin, de 10 y Keyner, de 4. La reconstruc­ción de la mano derecha necesitó 53 puntadas.
 ?? CORTESÍA ?? En esta moto Mayra sufrió el accidente, quiere venderla.
CORTESÍA En esta moto Mayra sufrió el accidente, quiere venderla.
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CORTESÍA M. CALVO Así le quedó el brazo cuando le rasparan las heridas.
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