Marcas para recordar
MAMÁ SOBREVIVIÓ A TERRIBLE ACCIDENTE
“Una muñeca remendada”, así es comoMayra Johanna Calvo Gutiérrez dice que se ve a veces.
Esto lo piensa por las cicatrices que le dejó un camión repartidor al atropellarla. Sin embargo, reconoce que esas marcas le recuerdan que aún puede seguir disfrutando de sus tres hijos y la hacen agradecer que está viva.
Esta mujer estuvo al borde de la muerte el 3 de abril del 2017, cuando viajaba de acompañante en una moto con su compañero sentimental, Michael Godínez.
Delante de ellos iba un camión zigzagueando, por lo que intentaron pasarlo, pero en la maniobra el chofer los impactó.
“En mi memoria aún está cuando abrí los ojos y vi las llantas del camión dando vueltas cerca de mi cabeza. No sé cómo mi esposo me logró jalar y así evitó una tragedia, el brazo derecho fue el que más resultó afectado, porqueuna piedra me hizo un hueco en el codo y toda la palma de la mano me quedó destruida”, recordó esta mamá. Mencionó que en ese momento el mundo se le vino encima, pues con sus manos preparaba comidas para vender en su comunidad, lugar donde también ocurrió el accidente, en La Teresa de Guápiles. “Pen- saba en qué debía hacer para seguir ayudando con las necesidades de mi familia, fueron momentos fuertes, pero le agradecía a Dios por la segunda oportunidad, mi esposo fue un ángel y mis tres hijos me llenaban de fuerza, sabía quealguna solución nos llegaría”, dijo.
53 puntadas. Mayra tuvo que soportar tres cirugías para que le reconstruyeran la palma de la mano, durante el proceso le hicieron
53 puntadas y actualmente dice que la mano no tiene fuerzas.
“La primer operación fue la más dolorosa, porque los doctores me jalaban la piel como cuando preparan una pizza, que la jalan hacia los lados, eso dolía mucho”, expresó.
Aseguró que la mantuvieron internada en el hospital de Trauma, donde la atendieron muy bien, pero durante esos días no dejó de pensar en sus hijos Kendall, de 12 años, Kevin, de 10 y Keyner, de 4.
“Me preocupaba por ellos y temía por el menor, ya que durante ese tiempo le daban ataques de asma, me preocupaba que mi marido lo tuviera que sacar al Ebais y a los otros dos les pasara algo, en fin, yo estaba muy mal, pero mis hijos eran mi preocupación y por ellos lloraba”, mencionó.
Actualmente Mayra no vende comidas, pues se golpeaba mucho la herida y se la lastimaba, entonces ella se la ingenióen vender ropa de segunda y así ayudar a su esposo con los gastos de la familia.
Perdón. Esta mamá dice que no le guarda rencor al chofer del camión, pero aún recuerda las palabras que le dijo: “perdón, perdón es que estaba aprendiendo a manejar”.
“Considero que ese actuar fue muy irresponsable, mecambió la vida, ahora me dan miedo las motos y cuando escuchó un camión me asusto. Solo le digo a los motociclistas que anden con cuidado, muchas veces se confían porque conocen lamoto, pero hay que tener en cuenta que no conocemos a los demás choferes”, dijo la sobreviviente.
Mayra mencionó que después del accidente ve su vida como una segunda oportunidad y disfruta más a su familia, a pesar de tener limitaciones con la mano derecha.