Duro pulso por apagar celus
BLOQUEO DE SEÑAL EN CÁRCELES
tres empresas de telefonía celular que operan en el país se oponen al bloqueo de la señal celular en las cárceles, que promueve el Ministerio de Justicia, y al que ya se le dio primer debate en la Asamblea Legislativa.
El ICE y Movistar aseguran que la medida afectaría a los vecinos que viven cerca de los centros penitenciarios, como ya ocurrió en en el 2009 (ver recuadro Sin pegarla).
Pero el tema es más complicado de la cuenta, ya que las compañías alegan que no disponen de los equipos necesarios para hacer la tarea de bloqueo.
Pese a lo anterior, el Ministerio de Justicia insiste en que la solución definitiva para sacar los celulares de las prisiones es cortando la señal, motivo por el cual la ministra Marcia González, y su colega de Seguridad, Michael Soto, les piden a los diputados que no aflojen.
“Esto tendrá implicaciones con las organizaciones criminales que operan desde los centros penitenciarios, ya que va a impedir que estos grupos tengan comunicación fluida y certera con sus contrapartes en las calles. Además va a evitar que se den fraudes, que se den secuestros, que se ordenen homicidios, porque va a ser algo que impactará positivamente”, aseguró Soto el día que el proyecto de ley superó la primera meta.
Pablo Bertozzi, director de la Policía Penitencia, dice que ellos han estado investigando
tecnologías utilizadas en países como Estados Unidos, Israel, Japón, China y Brasil y han hablado con expertos en este tipodetemas, quienes asegura n que el bloqueo es la mejor medida a pesar de que empresas telefónicas se pongan chúcaras.
“Nosotros sabemos que es posible bloquear la señal en los centros penitenciarios, pero evidentemente las telefónicas no quieren s asumir los costos que eso significaría.
“El ciudadano debe saber que cadavez que lo llaman por teléfono para amenazarlo, para tratar de estafarlo o para extorsionarlo es mediante un teléfono que una operadora de estas puso en servicio de la comunidad”, argumentó Bertozzi.
ICE con tacos de frente.
La Teja consultó al Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), a Movistar ya Claro sobre la lucha del Ministerio de Justicia y recibimos respuestas diversas.
José Luis Navarro, director de Relaciones Regulatorias del ICE, se fue con los tacos de frente al asegurar que el presupuesto de la institución se utiliza para la expansión de las telecomunicaciones y no para la reducción de la telefonía móvil, como lo pretende el proyecto de ley.
“Nuestra empresa ya había planteado al Ministerio de Justicia la posibilidad de implementar una solución a través de una alianza pública-privada con un
empresa experta en esta materia, ya que actualmente no se cuenta con este tipo de tecnologías para bloquear la señal”, detalló Navarro.
Entre las ideas planteadas está la colocación de escáneres para controlar el ingreso de teléfonos móviles al tabo.
Otras de las situaciones que preocupa a Navarro es que una vez que se apruebe la ley, las empresas telefónicas tendrán un plazo de nueve meses para: “Adoptar y aplicar los procedimientos y soluciones técnicas que sean necesarios para impedir la prestación de los servicios inalámbricos de telecomunicaciones disponibles al público al interior de los centros penitenciarios”, según detalla el documento.
“Nueve meses son absolutamente insuficientes. Por ejemplo, en Perú, que constituye uno de los casos más exitosos de América Latina, donde el Estado contrató en el 2014 a una empresa especializada en el tema para que desarrollara una solución integral, solo ha logrado poner a funcionar 11 de los 33 centros penales en un período de cuatro años”, argumentó el funcionario del ICE.
Corte sin control.
Movistar también se opone al bloqueo, ya que asegura que el corte de señal no se puede controlar.
“Técnicamente es posible bloquear la señal celular, no obstante, no podríamos garantizar que el servicio a los usuarios cercanos a los centros penales no sufra
penitenciaria les decomisa a los reos 4.000 celulares al año. Ahorita el Ministerio de Justicia mantiene un total de 35 mil celus guardados en cajas y estantes para ser desechados muy pronto.