Chepito, Bora y Ramírez

Aunque esperamos un desenlace digno, que nos aleje un poquito del último lugar entre los equipos más malos de Rusia 2018, lo que mal empieza mal termina.

Qué contraste con lo vivido hace cuatro años.

Antes delpitazo inicial contra Suiza, al mediodía de este miércoles, no hemos hecho un solo gol. Ni siquiera en Italia

90, cuando ungrupo deamateurs por primera vez asistía a un Mundial, nos ocurrió algo tan patético. Todo lo contrario, nos dieron grandes alegrías y con goles de lujo.

La diferencia es que nos defendimos con todo, con orden, pero sabíamos atacar, que es parte del fútbol, y Ramírez nunca lo supo. Cuando tuvimos el agua al cuello contra Suecia, en el último chance para pulsear la clasificación y perdíamos 1 a

0, el técnico Bora Milutinovic, con ese grupo de jóvenes guerreros, cambió la táctica y logró un increíble 2 a 1. Lástima que Ramírez, pupilo de Bora, no aprendió nada de esa maravillosa Copa italiana. Contra Serbia, en el debut en Rusia, en el que nos jugábamos todo, el temor volvió a ser su arma predilecta y no supo poner contra la pared a los limitados serbios cuando caíamos 1 a 0, teniendoen el banquillo armas para hacerlo. De esa forma borró con los codos lo hecho por Pinto cuatro años atrás, le falló al país, y qué pena que no quedara un su formación como técnico un rayito de luz del bello verano italiano del 90