MESSI ROJO DE LA ALEGRÍA 1 2
La selección de Argentina parecía que estaba muerta, ya muchos hacían fila para cafetearla, pero la historia dio un giro y los pupilos de Jorge Sampaoli se metieron a los octavos de final.
En el último suspiro del duelo ante Nigeria, al minuto 86’, apareció Marcos Rojo para marcar un agónico gol que le dio la victoria a la albiceleste (2-1) y valió el boleto a la segunda ronda.
Para el momento cumbre, cuando la albiceleste no tenía más camino que ganar, apareció a quien invocaban con fe y devoción, llegó Lionel Messi, el rosarino, tarde pero seguro, hizo lo que todos esperaban de él.
La Pulga se quitó el costal de críticas que llevaba en la espalda y definió de manera magistral un servicio de lujo desde media cancha de Ever Banega para abrir el marcador y llevar esperanza a los suyos. Corría el minuto 14.
Claro, como le pasa muchas veces a esta Argentina, el sufrimiento es algo a lo que parece acostumbrado. Cuando Mascherano cometió una falta en el área y el nigeriano Víctor Moses empató de penal a los 51, el terror volvió a las gradas.
Franco Armani no pudo detener el tiro, pero sin duda los sudamericanos respiraron un aire de más confianza y tranquilidad con el arquero de River Plate en el mar- co, quien sustituyó a Willy Caballero, tras su grave error ante Croacia que permitió el primer gol.
Con el marcador 1-1, Nigeria tuvo ambición, buscó más y casi lo consigue, el bloqueo mental del cuadro de Sampaoli apareció de nuevo.
A diferencia de los partidos anteriores en los que Messi andaba mudo y apenas veía lo que estaba pasando, ayer cumplió el rol de capitán, más aún cuandoRojo les devolvió el alma al cuerpo al 86'.