¡No lo puedo creer! ¿Por qué a mí?
Hay momentos que nos ponen frente a situaciones de crisis, ya sea afectiva, laboral, económica, social, etc.
De un momento a otro las cosas cambian y nuestra expresión es: “No lo puedo creer”, “¿por qué a mí?”, y entramos en un conflicto que nos hace desencantarnos de la vida, experimentar dolores agudos y frustraciones profundas. La vida es así y no todo va a salir bien, pero no por eso tenemos que pensar que la vida está en nuestra contrao queno vamos a lograr ser felices. Pensamos que deahora en adelante ya no hay una motivación fuerte para conectarnos y amar la vida y nuestra historia.
Si se da la oportunidad de pensar en esto con calma, es posible que se dé cuenta que lo que sucede sea el resultado de sus buenas o malas decisiones, de lo que ha hecho o ha dejado de hacer.
Quedarse en el “no lo puedo creer” o en el “¿por qué a mí?”, lo que provocará es un círculo de percepciones negativas, dramáticas, tristes y dolorosas, que no le van ayudar. Para resolver una situación así debe:
– Dejar de culpar a los demás. – Sentirse responsable de lo sucedido.
– Buscar orientación para buscar una solución.
– Medir el alcance de las consecuencias negativas de lo que está pasando.
– Hacer un plan y ajustarse a la reestructuración.
– Evaluar posibilidades. – Confiar en su capacidad de aprendizaje y modificar todos los hábitos y conductas que lo pusieron en esa posición. Quedarse en la negación o en el conflicto emocional simplemente complica las cosas. No es fácil, pero no puede andar por la vida diciendo: “No lo puedo creer”. Somos corresponsables de cada situación que nos pasa en la vida.
Si desea que “Rafa” lo oriente escríbale al correo: ramosdeapoyo@ lateja.cr