CO LLU MNAS DAN GUEERRA
Construir diez columnas de cemento, que funcionan de base para una casa, sobre la quebrada Común, en Las Fuentes de Alajuelita, limítrofe con San Juan de Dios de Desamparados, e incumplir la orden de un juez de detener y destruir la obra, podrían mandar a la cárcel al dueño de esa vivienda.
El hombre en cuestión es Miguel Sandoval Gómez, un salvadoreño de 50 años, quien el pasado 5 de setiembre fue condenado por el delito de invasión de área de protección (tipificado en la Ley Forestal). La sentencia fue de seis meses de cárcel con beneficio de ejecución condicional de la pena por cinco años, o sea, no lo mandaban al tabo, pero durante esos cinco años debía portarse bien y no meterse en problemas legales.
En esa condena, el Tribunal le pidió destruir la estructura, asumiendo los costos y con supervisión del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) en dos meses.
Sandoval no le hizo caso a la ordende los jueces y siguió levantando la casa. Por eso la Fiscalía Agrario Ambiental reportó este caso, el cual pasó a manos del TribunalPenal de Pavas. El jueves 5 de julio pasado le ordenaron a la Municipalidad de Alajuelita demoler la casa.
Alejandro Muñoz, ingeniero de la muni alajueliteña, afirmó que hace un tiempo le notificaron a Sandoval que debía demoler y que luego quedó en manos judiciales.
Perseguido. Sandoval vive en Costa Rica desde hace 26 años, él asegura que compró la propiedad a la orilla de la quebrada Común en 1996 y en el 2011 comenzó a construir las columnas de cemento que sostendrían la base de la casa.
El Minae, al enterarse de esta situación, denunció a Sandoval ante la Fiscalía en febrero del 2014, alegando que estaba invadiendo la zona de protección del ambiente.
Sandoval asegura sentirse perseguido ya que dice que sus otros vecinos también tienen parte de la construcción de las casas sobre esta quebrada y no les dicen nada.
“No entiendo por qué solo a mí me denunciaron y otros también construyeron encima del margen del riachuelo y la acequia pasa en medio de otras viviendas, incluso pasa a la orilla de la última casa”, expresó Sandoval.
El salvadoreño mencionó que él es taxista informal y que llevamu- chos años ahorrando para poder construir su casa.
Pleito de vecinos. Álvaro Bermúdez, abogado de Sandoval, dice tener claro el origen del problema.
“La persecución viene por parte del administrador de la propiedad que colinda con la parte trasera (de la de Sandoval), ellos fueron los que dañaron el caudal del río al quitar los árboles y eliminar la naturaleza”, manifestó Bermúdez.
Por eso dice que lo que pasa de- trás de la casa de su defendido no es una quebrada, sino más bien una alcantarilla “a cielo abierto”.
“El Minae tenía que hacer una inspección sobre esta quebrada, pero nunca la hizo, solo llevaron un experto y él dijo que sí era una quebrada, pero ahí no existe el daño ambiental, porque no hay naturaleza que proteger”, señaló.
El abogado dice que ahora es responsabilidad de la Municipalidad de Alajuelita demoler la construcción, pero desconoce si tienen los recursos para cumplir con eso, ya que podría ocasionar daños en las casas vecinas o destruir por completo la de Sandoval.
La Teja le consultó al Minae sobre esta situación, además si tenían denuncias contra otros lugareños, pero por medio de la oficina de prensa solamente señalaron que no tenían otras.