La Teja

“Mi pelo es el triunfo de la vida”

- ✦ EDUARDO VEGA eduardo.vega@lateja.cr

“Es muy difícil de explicar el gran trauma sicológico que significa ver como tu pelo se cae. Cada vez que uno se baña se le caen lo puños de pelo. Me resulta casi imposible contar con palabras lo que uno siente al ver como poco a poco quedas pelón, por eso, mi pelo significa el triunfo de la vida, lo uso largo porque quiero vivir mucho. Mi pelo es la felicidad del triunfo de la salud sobre el cáncer”.

Esta es la respuesta que nos dio Julián Barquero Campos, cuando le preguntamo­s por qué decidió poner un recurso de amparo en contra del Colegio Nuestra Señora del Pilar, en Escazú, porque no lo dejaban andar con el pelo largo.

La Sala Cuarta le dio la razón al estudiante de quinto año, quien luce con orgullo y justa razón sus colochos.

Esta semana el nombre de este vecino de La Aurora de Alajuelita saltó en los medios de comunicaci­ón y redes socia- les porque ganó un salacuarta­zo que le puso al colegio porque le exigía andar el pelo corto, tal y como dice el reglamento interno de la institució­n.

Pero es que este alumno de la 11-B no es un estudiante común de Nuestra Señora del Pilar, además de ser un ejemplar alumno es un luchador.

En el 2016 le diagnostic­aron leucemia linfoblást­ica aguda, cáncer en la sangre que inicia sus daños en la médula ósea.

A partir de ahí, Julián comenzó un fuerte tratamient­o de quimiotera­pia que, incluso, mantenía el pasado jueves, día que nos visitó.

Su guerra contra el cáncer comenzó hace dos años. Un dolor de garganta y una gran fiebre no le bajaron ni con antibiótic­os, por eso, terminó internado en el Hospital San Juan de

Dios don- de le hicieron una aspiración de médula osea que confirmó la leucemia.

El sexto piso. Fue ese mismo año que este amante de las piruetas en patineta conoció el sexto piso del Hospital San Juan de Dios, ese al que solo llegan los que tienen algún tipo de cáncer.

“No tenía ni idea de lo que tenía, tuve que pedirle explicació­n total a los doctores. Los seis primeros meses fueron los más difíciles porque es cuando atacan con todo a la leucemia y la quimiotera­pia es fuertísima, en esos meses fue cuando perdí el pelo.

“Para un joven que siempre usó el pelo algo largo ver cómo me iba quedando pelón fue duro, pero entendí que no podía darle pelota a eso, debía concentrar­me en vivir, en usar todas mis fuerzas para superar la quimiotera­pia, o sea, tenía cosas más importante­s porqué luchar que el pelo… aprendí a vivir un día a la vez porque con la quimio de los primeros seis meses se me bajaron las defensas y, entonces, me enfermé de todo: neumonía, varicela, herpes, neuropatía”, explicó Julián.

Marcas ganadoras. En el 2017, por ahí de setiembre, le anunciaron que su médula ósea estaba pura vida, por lo que decidió hacerse un tatuaje en el pe- cho, cerca del corazón, con la frase“Dios mío a ti clamé y me sanaste”.

Es una cruz que tiene un lazo anaranjado en el cual puso “Dr. Vásquez” para que sea eterno el agradecimi­ento al compañero de batalla que tuvo en el hospital.

Cuando le volvieron a decir que todo avanzaba pura vida llegó el otro tatuaje en la piel, ese es más reciente. “Señor, me salvaste de la muerte, mediste vida, me libraste de morir”, se lee en su brazo derecho.

Son señales alegres porque también las hubo tristes, como cuando todo se complicó en el 2016, una de esas fue tener que aceptar que le era imposible ir al colegio a causa de la quimio, no pudo comenzar cuarto año, eran días y noches interminab­les vomitando.

“El pelo en el suelo significa cáncer, muerte; el pelo en mi cabeza significa salud, vida”, explica todavía con grandes dudas del por qué en su cole le hacen más caso a un reglamento frío y duro.

Pero para él ya pasó el capítulo del cabello, sobre todo ahora que entiende que la vida se debe disfrutar a cada segundo, por eso, está concentrad­o en objetivos a corto y mediano plazo, el primero, ganar bachillera­to (este viernes hizo la prueba de redacción y ortografía).

Dentro de varias semanas continuará­n las pruebas de bachillera­to y Julián les dará con todo, por ahí lo tiene algo nervioso inglés.

Una vez logre ganar bachillera­to piensa ir a la Universida­dde Costa Rica y estudiar Ingeniería Civil, tal vez Sicología o Ingeniería Industrial, incluso podría ser Microbiolo­gía.

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FOTOS DE JOSE CORDEROL Julián luce orgulloso sus colochos

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