Chepito, el MEP y los jeterazos
El ministro Édgar Mora, ese que de cara a la Anexión del Partido de Nicoya habló de fusión en lugar de anexión, el mismo que envió un mensaje desacertado acerca del suicidio, ahora sale a defender lo indefendible, como son las pruebas de bachillerato de Estudios Sociales. Con pruebas construidas con informaciones erróneas se adoctrina a nuestros estudiantes, al mejor estilo de los regímenes dictatoriales. Ese mismo adoctrinamiento es el que sataniza todo lo que tiene que ver con la empresa privada, como si ésta lejos de ser la que mueve nuestro país fuera la responsable de todos los males.
Los materiales con los que nuestros jóvenes estudian falsifican hechos históricos. Pero según Mora, esos materiales con los que se preparan los jóvenes responden a la necesidad de discutir la historia nacional “de lamaneramás abierta posible”.
¿Se puede discutir sobre hechos falsos?
El contenido de las pruebas ataca las exportaciones, la apertura de servicios y los tratados de libre comercio, entre otros.
Las mentiras no pueden ser justificadas porque en el debate de la historia “unos dicen una cosa y otros dicen otra”, como afirma Mora. El MEP debería garantizar, cuando menos, una enseñanza de Estudios Sociales y Educación Cívica apegadas a la realidad y no a los propósitos políticos de un puñado de burócratas.