La Teja

Ya lleva 19 milagros

Dice que solo la Negrita lo tiene vivo

- ✦ EDUARDO VEGA eduardo.vega@lateja.cr

Si hay alguien que da gracias de corazón a la Negrita es don Manuel Montoya.

Desde que era chiquitill­o, este vecino de Alajuelita padeció ahogos y cansancio excesivo, por eso a los quince años fue internado por primera vez y a partir de ahí comenzó a hacer trillo en los hospitales por problemas del corazón, tanto así que en veinte años ha sido operado diecinueve veces.

Desde que tiene uso de razón es devoto de la Virgen de los Ángeles. Cree que es ella quien lo mantiene con vida a pesar de tanta operación, medicament­os y enfermedad­es que le provocan tomarse, desde hace dos décadas, un promedio de quince pastillas al día.

“Mi Virgencita jamás me ha fallado, me responde siempre a la hora buena. Antes de cada operación me encomiendo a ella y le entrego mi vida, siempre le digo que será quien decida si despierto o no. Gracias a la Negrita siempre despierto”, comentó.

En 1998 le pusieron por primera vez una válvula en el corazón y a partir de ahí las entradas y salidas del San Juan de Dios y del Calderón Guardia han sido constantes.

“Puedo decir que la ambulancia­s son como parte de la familia. Entrar y salir de mi casa en ambulancia es algo muy normal para mi”.

Un gran breteador. Don Manuel es un pulseador nato.

A pesar de su enfermedad ha hecho de todo para que la comida no les falte a sus diez hijos (tiene además treinta nietos y ocho bisnietos).

Trabajó como chofer de bus, electricis­ta, trailero, taxista, zapatero y acepta cualquier chambita que se le ponga en frente. Sabe que la cosa está bien complicada para ganarse los cinquitos.

Reconoce que ha sido bien cabezón porque, a pesar de su situación cardíaca, ha luchado por dejar de fumar en varias ocasiones.

Sin embargo, está muy alegre porque ya lleva ocho meses sin prender un cigarro y le prometió a la Negrita que nunca más lo volverá a hacer.

La mezcla del fumado y del pastillero diario le “heredaron” diabetes, dolores en el hombro y la rodilla derecha por afectación en los músculos. Tiene presión alta y, como él mismo dice, otro pocotón de padecimien­tos.

“Por eso durante muchos años hice la romería para agradecerl­e a la Virgencita de los Ángeles tanta bendición. Comprendo que muchas personas con menos padecimien­tos que los míos han fallecido. Cada instante que respiro se lo agradezco a ella porque nunca ha dejado de responderm­e con un lindo sí”, dijo.

Huele a veinte. Con dolor reconoce que la vigésima operación se ve en el horizonte porque los doctores lo llamaron para pedirle que repitiera un montón de exámenes que tenía años de no hacerse. “En este 2018 no podré hacer la romería físicament­e, pero mi corazón estará en Cartago con ella (la Negrita), para esta fecha del dos de agosto también me pongo de fiesta porque es ella la que me tiene con vida, sobre todo ahora que siento que la operación veinte podría llegarme en menos de dos años”, recordó.

Pero una cirugía es algo muy normal para don Manuel y más porque hubo momentos donde tuvo hasta dos intervenci­ones por año.

“Es muy duro tener una salud tan frágil, por eso uno debe agarrarse de la Virgen para superar la situación. Si se viene la operación veinte, la acepto porque sé que es para mi bien y quiero vivir muchos años”.

Además de la Negrita, Montoya también le agradece profundame­nte a su esposa, Dinora Cantillano, por ser su “enfermera” en todos los momentos duros de las recuperaci­ones.

“Ese es otro favor de la Negrita cumplido, yo le pedí una buena mujer y me ‘reparó’ una excelente”, concluyó, no sin antes dejar muy claro que en menos de dos semanas irá en bus a darle otra visita a su querida Virgen de los Ángeles.

La historia de este ganador de vida la conocimos gracias a que es un fiel lector de La Teja.

Don Manuel fue el feliz ganador del premio de ¢300.000 del 25 de julio, por lo que, además de agradecerl­e a la Negrita por su salud, también le va a dar las gracias por darle buena suerte en todo.

Fue ese día cuando supimos la gran cantidad de veces que ha pasado por las salas de operacione­s.

Desde chiquitos. Para reducir el impacto de las enfermedad­es cardiovasc­ulares, Costa Rica debe poner freno a los factores de riesgo que disparan esos padecimien­tos, dijo el doctor Mario Bolaños Arrieta, jefe del servicio de Cardiologí­a del Hospital México.

El “doc” dice que hay que comprender que no es solo con tratamient­os farmacológ­icos, colocación de dispositiv­os o cirugías como se corrigen los padecimien­tos cardiovasc­ulares, sino que es necesario reforzar la prevención. “Tenemos que lograr que los más pequeñitos empiecen a cambiar estilos de vida, cuidar el peso, comer bien, hacer ejercicio y que ellos mismos sean promotores en los papás y otras generacion­es para que dentro de unos años logremos disminuir esa enfermedad que es de alto costo y alta mortalidad, por ser la principal causa de muerte”, afirmó el doctor.

Las enfermedad­es del corazón en el 2017 generaron 1.443.233 atenciones y 245.350 días de incapacida­d.

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EDUARDO VEGA Manuel Montoya no pudo ir a la romería. Aquí frente al templo del Cristo de Esquipulas.
 ?? EDUARDO VEGA ARGUIJO. ?? Don Manuel tiene muchas cosas que agradecerl­e a la Negrita, a la cual no suelta en ningún momento.
EDUARDO VEGA ARGUIJO. Don Manuel tiene muchas cosas que agradecerl­e a la Negrita, a la cual no suelta en ningún momento.
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